En el atentado más sangriento, al menos cuatro personas han fallecido y otras tres han resultado heridas, entre ellas un agente de Policía, tras un atentado con bomba contra una tienda de licores en el centro de la localidad de Mosul.
En la capital, Bagdad, al menos dos personas han muerto y otras siete han resultado heridas tras un atentado con bomba contra una cafetería ubicada en el área de Dura, según fuentes de seguridad. El ataque ha tenido lugar en un momento en el que decenas de personas veían un partido de fútbol por televisión.
En Kirkuk, un soldado ha fallecido y su hermano ha resultado herido de gravedad tras ser tiroteados por asaltantes no identificados. Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque.
Por último, en otro incidente registrado en la localidad de Baquba, dos agentes de Policía han resultado heridos tras estallar una bomba al paso de su patrulla. "La Policía ha impuesto un cordón de seguridad y los heridos han sido trasladados a un hospital", han indicado fuentes de seguridad.
Cerca de 2.000 personas han muerto desde abril, cuando comenzó una ola de atentados con bomba y ataques contra mezquitas y barrios chiíes y suníes en Bagdad y otras ciudades del país.
Los responsables de seguridad han responsabilizado a la rama iraquí de la organización terrorista Al Qaeda y a otros grupos insurgentes suníes de la mayoría de los ataques, que consideran que buscan provocar una guerra sectaria entre la minoría chií del país y la mayoría suní.
En los últimos meses, el Gobierno iraquí ha visto con creciente preocupación la expansión del conflicto en Siria a través de la frontera con varios enfrentamientos armados, así como el refuerzo del Estado Islámico de Irak, la rama de Al Qaeda en el país.