La estructura de un edificio sorprendía a los ciudadanos cayendo literalmente 'en trozos'. Los datos oficiales apuntan a que se trataba de un inmueble residencial, que poseía en un sótano un taller textil.
Diversos profesionales de diferentes ámbitos sanitarios y policiales se encuentran en el lugar de los hechos para esclarecer lo ocurrido, evitar nuevos derrumbes y prestar ayuda a las posibles víctimas.
Sobre el origen del desprendimiento aún no se tienen suficientes indicios, aunque las autoridades locales descartan cualquier tipo de explosión.
Memis Dikilitas, el jefe del distrito, ha señalado como posible motivo la actividad de un taller ubicado en el sótano del edificio que "poseía entre 15 y 20 empleados" y ha certificado que no hubo explosión alguna y que el edificio se empezó a desplomar "solo".
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