Más de 200 familias se han visto obligadas a abandonar sus hogares en el distrito de Khogyani, en la provincia oriental de Nangarhar, con motivo de los enfrentamientos entre el grupo terrorista Estado Islámico y los talibán, según informa Voice of America
El jefe del Consejo provincial de Nangarhar, Ahmad Ali Hazrat, ha informado de que los enfrentamientos han tenido lugar en zonas controladas por los talibán y ha agregado que muchos civiles han tenido que huir de sus hogares para evitar quedar atrapados en el fuego cruzado.
Hazrat ha asegurado que esta no es la primera vez que los ciudadanos locales se han visto obligados a desplazarse por los enfrentamientos entre los dos grupos. "Los civiles se han llevado la peor parte de la rivalidad entre Estado Islámico y los talibán", ha dicho Hazrat.
En octubre más de 2.000 familias se desplazaron y al menos ocho civiles murieron por los enfrentamientos en Waziro Tangi, según las autoridades provinciales.
El Valle de Waziro Tangi, en el distrito de Khogyani, es un importante corredor utilizado por los grupos terroristas para el contrabando de suministros de minerales de Afganistán, que tiene algunos de los recursos más ricos del mundo, incluidos grandes yacimientos de cobre, hierro y piedras preciosas.
Desde su aparición a principios de 2015 en los distritos del sur de Nangarhar, Estado Islámico en Afganistán se han enfrentado frecuentemente con los talibán por el control de distritos y aldeas de la provincia.
Estado Islámico ha atacado repetidas veces aldeas locales, destruyendo hogares e incendiando mercados. Además, se ha atribuido al grupo la responsabilidad de numerosos ataques mortales en las principales ciudades afganas.