"Más de 1.000 asistentes al evento ¿Serán todos de 'La Cámpola' (militantes 'kirchnerista') y vinieron sólo por el aloz y el petlóleo?", ha escrito en su cuenta oficial de Twitter, ironizando sobre las críticas de la oposición por sus multitudinarios actos.
La jefa de Estado se ha disculpado en el siguiente 'tweet'. "Sorry. ¿Sabes qué? Es que es tanto el exceso del ridículo y el absurdo, que sólo se digiere con humor. Si no, son muy pero muy tóxicos", ha indicado.
Fernández de Kirchner ha usado las redes sociales para contar su agenda en China. "¿Y sabés qué? A todas las reuniones fui caminando", bromeó el martes, recordando que sigue convaleciente por una fractura en un pie que la ha obligado a estar en silla de ruedas.
La presidenta está siendo muy criticada por irse de Argentina a pesar de las numerosas incógnitas que ha planteado la muerte de Nisman sobre el atentado contra la AMIA y la posible implicación del Gobierno, al menos, como encubridor de los sospechosos iraníes.
MUERTE DE NISMAN
El cadáver de Nisman fue encontrado alrededor de las 22.00 (hora local) del 18 de enero en su casa, ubicada en el 13º piso de la torre Le Parc, en Buenos Aires. El fiscal del caso AMIA estaba tendido en el baño y con un disparo encima de su oreja derecha.
Aunque en un principio se barajó la hipótesis del suicidio, ahora tanto la familia como los investigadores lo han descartado. El Gobierno, por su parte, apunta a un complot de la Secretaría de Inteligencia (SINA) para derrocar al 'kirchnerismo'.
La muerte de Nisman ha causado una gran conmoción porque se produjo una semana después de que el fiscal acusara a Fernández de Kirchner y su ministro de Exteriores, Héctor Timerman, de encubrir a los iraníes sospechosos de llevar a cabo el atentado de la AMIA.
El atentado contra la AMIA tuvo lugar el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires y se saldó con 85 muertos y 300 heridos, convirtiéndose así en el mayor ataque terrorista perpetrado hasta ahora en suelo argentino.
A pesar de ello, sigue sin resolver porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.