Así lo ha relatado a EFE el padre del fotógrafo, Manuel Varela, desde su domicilio de Gijón en el que sigue "con gran preocupación" lo que le pueda haber pasado.
"Ya estábamos preocupados, pero podíamos contactar con él todos los días, pero ahora, en estas historias siempre te imaginas lo peor", ha dicho.
La noticia le llegó hoy mismo a través de otro periodista destacado en El Cairo que no pudo ponerse en contacto antes con sus familiares porque no tenía sus teléfonos.
No obstante, el padre de este joven fotógrafo ya estaba preocupado desde el mismo martes porque ese día ya no pudo conectarse con su hijo a través de internet, algo que hacían todas las noches desde que hace más de un mes acudió a Libia para seguir la guerra con su cámara de fotos.
"El lunes hablé con él por última vez y aunque me extrañó no hacerlo el martes y el miércoles, también es verdad que internet a veces no funciona", ha señalado.
Ha añadido que en Bengasi, donde su hijo se alojaba en un hotel, la situación estaba bastante tranquila, que desde allí iba todos los días a la zona del frente para poder hacer su trabajo y que cree que es ahí y no en la ciudad donde tuvo lugar la detención.
Aunque no recuerda bien si lleva un mes y medio o cuarenta días en el país norteafricano, sí sabe que entró en Libia por la frontera de Túnez y que luego entró vía Egipto hasta Bengasi.
El Ministerio de Asuntos Exteriores se ha puesto en contacto con el padre del fotógrafo este mediodía y le ha trasladado que se encuentran pendientes del caso.
Manu Brabo, según su padre, estaba trabajando actualmente para la agencia de noticias EPA, cuyas fotos distribuye en Europa y América la Agencia EFE.
El fotógrafo, nacido en 1981, vivió desde sus primeros meses en Gijón, estudió fotografía en la Escuela de Artes de Oviedo, cursó estudios de Comunicación en la Universidad Carlos III, de Madrid y recibió el premio "Nómadas" en el Festival de Fotoperiodismo de la ciudad vasca de Vitoria "Periscopio 09".