{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El Gobierno de Boris Johnson vuelve a estar en el ojo del huracán por el menú escolar de un niño británico para una semana. La imagen, compartida en redes sociales por por una madre, se ha vuelto viral y ha llegado hasta la mismísima Cámara de los Comunes.
"Esas imágenes son escandalosas, vergonzosas y todo un insulto para las familias que han recibido esos paquetes", dijo el primer ministro. De esta forma respondía al líder de la oposición laborista, Keir Starmer, quien horas antes le preguntaba:"¿Estaría usted feliz alimentando de ese modo a sus hijos? Si no es así, ¿por qué cree que otros deberían hacerlo?".
Entre los elementos de este desayuno podemos encontrar una bolsa de pan de molde, tres lonchas de queso, dos patatas, dos plátanos, tres manzanas, dos zanahorias, un bote de judías, una bolsa de macarrones, tres sobre de yogur líquido y dos barritas energéticas.
Con motivo de la alerta sanitaria, el gobierno británico ofreció dos alternativas a las escuelas: suministrar directamente a los alumnos menos paquetes semanales de comida o redirigirlas a los servicios sociales para así obtener cupones canjeables en cadenas de supermercados. Así, cada colegio recibiría cuatro euros semanales por niño, mientras que cada vale sería de 17€ por semana.
Por su parte, la empresa encargada del Catering, Chartwells, ya ha pedido perdón y se ha comprometido a devolver el dinero recibido. En un comunicado, aseguran que la foto representa la dieta de cinco días y que el valor sumado de todos los alimentos, el empaquetado y la distribución es de unos 12 euros.
"Sentimos mucho que la cantidad haya sido tan escasa en este caso concreto. Normalmente incluimos una variedad amplia de alimentos nutritivos para los almuerzos escolares", afirma la compañía.
Las redes se han llenado de fotos de usuarios con los paquetes que habían recibido, cada cual más paupérrimo. Pero esta nueva crisis a la que hace frente el Gobierno de Johnson refleja algo más que una anécdota, porque la mayoría de los productos lanzados al debate público son, de hecho, los que se sirven a diario en los comedores escolares.
Con los 12 euros que, según Chartwells, vale el paquete que ha provocado la revuelta social, la propia madre que compartió en redes el menú, afirma que "podría hacer más" con el dinero que cuestan los alimentos suministrados. "Los fondos públicos se cobraron 30 libras. Lo habría comprado por 5,22". Alguien, es la deducción general, se está llevando un beneficio extraordinario.