El Gobierno filipino da por concluida la ofensiva contra el FMLN en la ciudad de Zamboanga

EUROPA PRESS 28/09/2013 07:03

La portavoz adjunto de la Presidencia de Filipinas, Abigail Valte, ha ratificado las palabras del ministro de Defensa, Voltaire Gazmin, que certificó este viernes la conclusión de las operaciones militares en el sur del archipiélago filipino.

"La misión de la operación era realmente rescatar y garantizar la seguridad de los rehenes", dijo Gazmin, que elevó a 194 los civiles liberados de las ciudades costeras en el intento del FMLN de tomar Zamboanga y declarar la 'República Independiente de Bangsamoro'.

"Ciertamente, el ministro de Defensa hizo ese anuncio y siempre hemos mantenido en éstos días que estábamos lidiando con la situación y que serían los oficiales sobre el terreno los que harían el anuncio en base a su evaluación", ha declarado Valde en una entrevista a la emisora estatal Radyo Ng Bayan.

"Nuestro cometido desde el día uno era garantizar la seguridad de los rehenes que habían sido capturados", ha aseverado la portavoz, "así como alejar el dolor de los civiles, algo que ya hemos logrado".

BALANCE DEL CONFLICTO

Desde que el pasado 9 de septiembre el FMLN tratara de controlar la ciudad de Zamboanga, unas 200 personas, 166 de ellos insurgentes y doce civiles, han muerto y más de 100.000 residentes de la localidad portuaria se han visto desplazados a causa de los combates. Un total de 72 residentes han resultado heridos, según la cadena filipina ABS-CBN. El Ejército filipino cifra en 246 los milicianos del FMLN capturados.

En el transcurso de los combates que mantenía con las fuerzas de seguridad filipinas, la milicia islamista consiguió capturar a numerosos rehenes, que ha empleado como escudos humanos para evitar que las tropas atacasen sus posiciones.

Pese a algunos disparos esporádicos y dos potentes explosiones, la mayor parte de la ciudad ha regresado a la vida normal y el aeropuerto, las oficinas, bancos, tiendas, escuelas y el puerto han vuelto a abrir sus puertas.

El enfrentamiento de Zamboanga ha provocado numerosas críticas sobre los esfuerzos del Ejecutivo para poner fin a las cuatro décadas de rebelión islamista del país, que ha causado al menos 120.000 muertes, ha desplazado a otros dos millones de personas y ha provocado una crisis humanitaria.