Nadie se dio cuenta de que Ronald Wayne White , de 51 años, había fallecido en su apartamento del centro de DeSoto Town, en Texas, hasta que dos hombres de mantenimiento acudieron al edificio en el que vivía a arreglar unas cañerías.
El hombre, un exmiembro de la Armada de EEUU, llevaba tres años muerto, según pudieron determinar los forenses dado el estado de descomposición del cuerpo. Falleció por causas naturales, pero ni su familia, ni sus vecinos ni su familia alertaron a las autoridades.
Su exmujer e hijos no contactaron en ese tiempo con él, y su madre, Doris Stevens, tampoco tuvo noticias de él desde 2016, pero no se preocupó hasta que en 2017, este no respondió a una llamada por su cumpleaños. “Mi hijo me llamaba al menos dos veces al mes. Me hubiera llamado desde Egipto, desde Filipinas... me llamaría desde Dallas”, declaró, explicando que el hombre viajaba habitualmente por su trabajo.
Precisamente por este motivo, cuando denunció la desaparición a la Policía, no investigaron el caso, según publica ‘The Dallas Morning News’. “Nadie quiso ayudarme a encontrarlo”, lamenta Stevens, quien especifica que habría puesto el caso en manos de un detective privado de haber tenido dinero.
Por su parte, los vecinos solo notaron algo extraño en el momento en el que el hombre que vivía justo debajo tuvo problemas de humedad en el techo y, cuando el personal de mantenimiento llamó a la puerta del fallecido, nadie respondió.
El alquiler continuó cobrándosele porque tenía el pago domiciliado, por lo que tampoco fue una señal. Tampoco extrañó el estado de abandono de su vehículo.
Finalmente, tres años después de su muerte, un problema con las cañerías llevó al personal de mantenimiento a forzar la puerta de su vivienda, donde le hallaron sin vida en la cocina.