Las autoridades anunciaron el mes pasado que Gamal, Alaa y otros siete hombres serán juzgados por presuntas violaciones de las normativas relativas al funcionamiento del mercado bursátil y el Banco Central, después de obtener beneficios con la compra-venta de acciones del Banco Al Watany.
El hijo mayor de Mubarak, Alaa, trabajaba como empresario, mientras que el de menor edad, Gamal, se dedicaba a la banca y sonaba como posible sustituto de su padre antes de que el expresidente abandonase el cargo el 11 de febrero del año pasado.
Ambos permanecen detenidos a la espera de lo que se determine en el juicio que comenzará en julio, mientras que los otros siete acusados se encuentran en libertad condicional.
Mubarak, de 84 años, ya fue sentenciado el pasado 2 de junio a cadena perpetua por su responsabilidad en la muerte de manifestantes, dentro de un proceso en el que sus dos hijos y altos cargos del antiguo régimen quedaron absueltos por corrupción.