Ecuador se enfrentará este jueves a una nueva jornada de protestas en las calles después que miles de indígenas acompañados de estudiantes, sindicalistas y trabajadores del transporte hayan tomado las calles de la capital en un día marcado por el paro nacional y los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.
El presidente Lenín Moreno, que había trasladado la sede del Gobierno a la ciudad costera de Guayaquil el pasado lunes ante la creciente alarma social, regresó hoy a Quito, donde por primera vez desde que comenzasen las protestas, hace ya más de una semana, ha hablado de diálogo con las partes. Ha propuesto una agenda de diálogo y ha afirmado que la crisis “se va a solucionar muy pronto”.
Por su parte, el secretario general de la presidencia, José Agusto Briones, habló de un plan con “seis ejes de acción en la ruralidad” encaminados al entendimiento con las comunidades indígenas, principal actor protagonista en las manifestaciones que comenzaron a producirse en todo el país tras el anuncio del aumento del precio del combustible y la eliminación de algunos subsidios estatales.
El denominado “paquetazo” económico de Lenín Moreno responde a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para obtener créditos por un valor de 4.209 millones de dólares a cambio de reducir el déficit fiscal. Aparte del aumento del precio de la gasolina en un 123%, las medidas incluyen una bajada salarial de hasta el 20% en contratos temporales en el sector público o la reducción de las vacaciones de 30 a 15 días para los empleados públicos.
Mientras tanto, el país continúa en Estado de Excepción, con fuerte presencia policial en las calles y se ha decretado un toque de queda de 8pm a 5am en el que no se puede transitar cerca de las instituciones públicas, edificios gubernamentales ni por las zonas clave del centro histórico de Quito donde estos días se están desarrollando las protestas.