Las protestas en Hong Kong no cesan. Más allá, se recrudecen y radicalizan cada vez más. Hoy distintos grupos de manifestantes se han atrincherado en varios campus universitarios en una nueva jornada de movilizaciones contra el Gobierno de Carrie Lam, al que piden una mayor apertura democrática.
Los manifestantes, la mayoría estudiantes, han pasado gran parte del miércoles levantando barricadas y haciendo acopio de comida y de armas de fabricación casera. Incluso, hay a quien se le ha llegado a ver armado de arco y flechas que dirigía contra las autoridades.
Grupos de encapuchados han provocado el caos en transporte y comercios, al tiempo en que la Policía ha acusado a los manifestantes atrincherados en la Universidad China de Hong Kong de convertir el campus en una “fábrica de armas”, y en concreto, de cócteles molotov.
"Se supone que una universidad es el campo de cultivo de los líderes del futuro, pero se ha convertido en un campo de batalla para vándalos y criminales", ha dicho el portavoz policial Tse Chun Chung ante los medios.
Durante la noche, la Policía ha empleado vehículos blindados y balas de goma para dispersar a los que quedaban bloqueando el tráfico. A la altura de la Bolsa, los agentes han cargado contra algunos manifestantes.
En este contexto, las autoridades educativas de Hong Kong han anunciado que todos los colegios permanecerán cerrados el jueves. Algunas universidades también han anunciado que ofrecerán clases 'online' para que los alumnos no tengan que trasladarse hasta los campus ocupados.