Otros 55 muertos en la ofensiva del Ejército paquistaní contra los talibanes

AGENCIA EFE 01/05/2009 12:46

En una rueda de prensa recogida por los medios paquistaníes, Abbas dijo que dos soldados murieron y ocho resultaron heridos durante los últimos enfrentamientos, al tiempo que subrayó que "la operación continúa con éxito".

Unos 190 integristas han muerto en los últimos días en Dir y Buner, según los cálculos del Ejército.

Abbas admitió que las fuerzas paquistaníes están hallando resistencia en Dir, a pesar de que el Ejército había dado por terminada la operación en esta zona días atrás.

En Buner, distrito situado a unos 100 kilómetros de Islamabad y vecino al norteño valle de Swat -bajo control talibán-, la operación militar se inició por aire y tierra el pasado 28 de abril.

Ya no quedan insurgentes en la capital de la demarcación, Daggar, pero los combates continúan en otras zonas de Buner, según Abbas.

El portavoz aseguró que entre los muertos hay extranjeros, término con el cual los mandos paquistaníes se refieren habitualmente a miembros de la red terrorista Al Qaeda.

El mismo Abbas acusó ayer, jueves, a los talibanes de Swat de violar el acuerdo de paz que alcanzaron en febrero con el Gobierno de la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP) y que supone la aplicación de la "sharía" (ley islámica) en varios distritos septentrionales -entre ellos Dir, Buner y Swat- a cambio de la pacificación del valle, en conflicto desde el verano de 2007.

Desde su bastión de Swat, los talibanes ocuparon otros distritos norteños desde principios de abril, entre ellos Buner, cercano a Islamabad, lo cual hizo saltar las alarmas en Washington y la comunidad internacional.

Según el canal "Geo TV", el clérigo radical Sufi Mohamed, que actúa como mediador en las conversaciones entre los talibanes y las autoridades, se reunió hoy con miembros del Gobierno de la NWFP para intentar desatascar el diálogo, que él mismo suspendió tras el inicio de la ofensiva militar.

El presidente de EEUU, Barack Obama, se mostró ayer seguro de que el arsenal nuclear paquistaní no corre peligro de caer en manos de los talibanes, aunque poco antes dudó de la capacidad del Gobierno de liquidar a los integristas.