Los hechos se remontan al pasado 13 de junio, cuando el LRA atacó dos aldeas mostrando una "extrema crueldad" con los civiles, según han indicado las fuentes, citadas este lunes por la agencia misionera de noticias MISNA.
Durante los ataques murieron doce civiles y resultaron heridos otros diez. Aparte, la propia población local intentó dar caza a los milicianos y mató a cuatro de ellos. Una decena de viviendas fueron saqueadas y destruidas, según las citadas fuentes.
Los dos ataques, según MISNA, se produjeron poco después de que las autoridades centroafricanas lanzaran una operación de seguridad y de lucha contra el LRA. "Mientras les estoy hablando estamos en guerra con la rebelión del LRA", declaró el presidente centroafricano y antiguo líder del grupo armado rebelde Séléka, Michel Djotodia, desde Libreville, donde participaba de una cumbre de países del África Central.
Poco después de llegar al poder el pasado 24 de marzo mediante un golpe de Estado, Djotodia se comprometió a "expulsar a los rebeldes ugandeses del territorio en un plazo de tres meses" y, tras los ataques en Bria, el presidente ha transmitido a Zacaria Damane, uno de los generales de Séléka, la orden de capturar a los rebeldes ugandeses, por cuya captura el Gobierno de Washington ha ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares.
Por ahora, según MISNA, el general Damane solo puede contar en Bria con 120 efectivos y un avión, ya que, formalmente, ni la Unión Africana (de la que el país fue expulsado tras el golpe de Estado de marzo) ni la ONU están colaborando con Bangui en la lucha contra el LRA. Los países de la Comunidad Económica y Monetaria del África Central (CEMAC) se han comprometido ante Djotodia a desplegar 1.300 soldados.