Unos minutos antes de caer fulminado al suelo, según recoge RT, Artyk Orozalíev trabajó diez horas sin parar, a las que se sumaron las de los días anteriores. Esta situación de precariedad la confirmó durante el funeral un compañero a Nóvaya Gazeta: "Para ganar 15 o 23 dólares al día, una persona tiene que trabajar de 12 a 14 horas sin parar".
Asimismo comparó la situación laboral de los repartidores con el entrenamiento de deportistas de élite, ya que, según sus palabras, tienen que recorrer "entre 40 y 60 kilómetros cada día".
Más tarde, otro rider denunció en Twitter que a los bajos salarios se suman las faltas de respeto de sus superiores. De la misma manera reveló que sufren restricciones en cuanto a los cambios de uniforme por época del año y les imponen multas por demoras, que en muchas ocasiones están provocadas por un error en el algoritmo de la aplicación.
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