Desde la Casa Blanca, Obama ha calificado las restricciones impuestas a las clínicas de aborto en Texas como "un obstáculo inconstitucional en el camino de la libertad reproductiva de las mujeres", y ha aplaudido la decisión del Supremo de "proteger los derechos y la salud de las mujeres" mediante su sentencia.
"Seguimos firmemente comprometidos con la protección de la salud de las mujeres, que incluye la protección del acceso de las mujeres a un sistema sanitario seguro y asequible, y su derecho a determinar su propio futuro", ha añadido el presidente estadounidense.
Cinco de los ocho jueces del Supremo han aprobado la anulación de las limitaciones impuestas por Texas en 2013, que obligaban a las clínicas abortistas a cumplir con los mismos requisitos que un centro quirúrgico y, en determinados casos, obligaba a sus doctores a estar afiliados a un hospital cercano; el llamado "privilegio de admisión", un permiso a veces muy difícil de obtener.