Ante la amenaza que supone actualmente el autodenominado Estado Islámico, no sólo en los principales países en los que opera --Siria, Irak o Libia, entre otros-- el Ministerio de Justicia ha confirmado en un comunicado esta medida, que permita al Gobierno prever una respuesta rápida para evitar la entrada de terroristas retornados.
"Una vez retirada la nacionalidad neerlandesa, el 'yihadista' será declarado 'persona non grata'", ha explicado Justicia. Ámsterdam podrá revocar la nacionalidad una vez que la persona en cuestión esté en el extranjero y se haya unido a un grupo que aparezca en alguna lista específica de organizaciones terroristas.
El "punto clave" de la cuestión, según el ministerio, es que estos grupos supongan una amenaza a la seguridad nacional, bien contra la sociedad neerlandesa o bien contra los valores occidentales, y que, para cumplir sus objetivos, no rehuyan de usar la violencia.
Asimismo, las autoridades han advertido de que esta medida no se podrá aplicar en caso de personas que, de retirar la nacionalidad neerlandesa, se convirtieran en apátridas.