En torno a las 10.30 horas, un agente comunicó por radio de la toma de rehenes, registrada en un ala del centro que alberga a un centenar de presos. El sargento de la Policía estatal Richard Bratz ha confirmado en rueda de prensa que la prisión ha sido puesta en confinamiento.
Tal y como ha informado el diario 'Delaware Online', una mujer que asegura ser la prometida de uno de los presos que han sido tomados como rehenes llamó por teléfono al periódico para informar de lo que estaba sucediendo, si bien la comunicación continuó con un varón explicando que lo habían escogido entre los rehenes para informar de sus exigencias.
"Sólo estoy haciendo lo que me dicen", ha explicado, asegurando que su única intención era "ayudar". "Sólo quieren que alguien escuche lo que piden", ha continuado.
Los participantes en la toma de rehenes exigen reformas en las condiciones en las que viven dentro de la prisión, entre ellas, "órdenes de sentencias inapropiadas y opresión hacia los reclusos".
"Estamos intentado explicar las razones por las que estamos haciendo esto", ha continuado otra voz, que ha hecho referencia al nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. "Todo lo que ha hecho, todo lo que está haciendo... Sabemos que la institución va a ir a peor, que va a cambiar a peor", ha criticado.
"Tenemos algunas exigencias a las que tenéis que prestar atención para hacérselas llegar (a las autoridades). Necesitamos educación, primero educación y luego todo lo demás. Queremos un programa de rehabilitación que funcione para todos nosotros", ha añadido.