En un reunión en Damasco con el líder del opositor Partido Turco de la Felicidad (TFP, por sus siglas en inglés), Mustafá Kamalak, la vicepresidenta ha criticado al Gobierno de Erdogan al considerar que se ha puesto al servicio de las potencias occidentales para desestabilizar la región.
"Aquellos que miran por los intereses de los pueblos sirios y turcos no abrazan a los grupos que perpetran crímenes y atentados contra los sirios, ni son una herramienta en manos de Occidente para agredir a Siria", ha dicho Al Attar.
No obstante, ha confiado en que "las relaciones entre Siria y Turquía vuelvan a los niveles normales políticos, económicos y comerciales, una vez que en Siria haya triunfado el derecho".
Por su parte, Kamalak ha subrayado que el estado actual de las relaciones bilaterales es transitorio, ya que la política del Gobierno de Erdogan no representa la voluntad del pueblo turco.
Además, ha advertido de que el objetivo de Occidente es dominar los recursos naturales de los pueblos islámicos de la región, por lo que les ha instado a unirse para defender sus recursos y sus derechos.