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Un testigo capturó el momento en que una mujer afgana pasó por encima del muro del aeropuerto de Kabul el pasado viernes 20 de agosto con la ayuda de soldados estadounidenses.
Desde el pasado fin de semana, la ciudad de Kabul ha sido testigo de numerosas escenas de caos en las que miles de personas buscan la manera de salir del país por miedo a un retorno a la interpretación austera de la ley islámica impuesta durante el anterior gobierno talibán que terminó hace 20 años.
Según funcionarios talibanes y de la OTAN, un total de 12 personas han muerto en el aeropuerto de la capital afgana y sus alrededores desde que los talibanes tomaran la ciudad el pasado domingo 15 de agosto.
Miles de personas han intentado protagonizar esta mañana una nueva entrada en el aeropuerto de Kabul, asustadas por los disparos que se están escuchando de manera constante en los alrededores de la instalación.
Según testigos de la agencia DPA, los afganos acaban de conocer que la puerta norte del aeropuerto permanecerá cerrada durante los dos próximos días.
Un segundo testigo ha descrito que personas de todos los ámbitos de la vida todavía se encontraban fuera del aeropuerto: actores, personalidades de la televisión, jóvenes, mujeres con bebés recién nacidos o personas en sillas de ruedas, entre muchos otros.
Los afganos llevan seis días esperando que alguien les dé vuelo para salir del país a través del aeropuerto de Kabul, la única parte de la capital controlada por tropas internacionales.
Muchos afganos desesperados que han trabajado con tropas internacionales durante las últimas dos décadas o que trabajan en áreas como los derechos humanos temen por sus vidas, y muchos tratan de meterse ellos mismos o sus familiares en el aeropuerto.
Un informe recopilado para Naciones Unidas ha avisado que los talibanes están realizando búsquedas selectivas de supuestos colaboradores del gobierno derrocado, a pesar de las garantías del grupo islamista radical de que no llevaría a cabo represalias.
De momento, han producido repetidos enfrentamientos armados en las puertas del recinto del aeropuerto. El Ejército estadounidense decide cuándo y cómo abrir y cerrar las puertas sin patrón alguno, lo que está enervando todavía más a los afganos que esperan entrar.