Max Pearson viajó hasta Tokio para cubrir el tsunami de Japón. Para volver a casa le esperaba un primer viaje desde la capital nipona hasta Singapur, donde cogería el último avión hasta Londres.
Un vuelo de 14 horas que Pearson tuvo que soportar mientras sufría un ataque al corazón. La compañía, Singapore Airlines, consideró que no era necesario desviar el avión para que el periodista recibiera asistencia sanitaria.
Max Pearson fue sometido a una operación de urgencia cuando por fin pudo llegar al hospital. Tras una semana de ingreso, Pearson descansa en su casa.
Según el periodista, cuando se recupere emprenderá acciones legales contra la compañía desde donde, por el momento, no se ha hecho ninguna declaración.