Un tribunal egipcio ha absuelto este martes a tres ministros del Gobierno del ex presidente Hosni Mubarak por distintos cargos de corrupción, lo que supone la primera absolución de miembros del anterior régimen que cayó tras semanas de protestas.
Algunos de los acusados recibieron con sorpresa el veredicto leído en el tribunal, que estaba lleno de familiares y amigos de los acusados, que proclamaron un "larga vida a la justicia".
El exministro de Información Anas el Fekky y el exministro de Economía Youssef Boutros Ghali fueron declarados inocentes de varios cargos de corrupción, incluido el de derroche de fondos públicos. Boutros Ghali, que huyó del país, fue procesado en rebeldía.
En otra decisión del mismo tribunal, el ex ministro de Interior Ahmed el Maghrabi y el jefe de la inmobiliaria Palm Hills, Yasin Mansur, fueron declarados inocentes de las acusaciones de corrupción.
El Fekky, muy próximo a Mubarak, tiene otras causas pendientes y Boutros Ghali y Maghrabi tienen condenas con penas de prisión por otros crímenes. El fiscal acusó a El Fekky y a Boutros Ghali en marzo por los cargos de enriquecimiento y derroche de fondos públicos después de que las investigaciones demostrasen que El Fekky recibió 36 millones de libras egipcias (4,1 millones de euros) del Ministerio de Economía para la campaña de las elecciones parlamentarias y para promocionar el partido del régimen.
El Fekky todavía tiene pendiente otro juicio por la mala gestión de los fondos de la estatal Unión de Radio y Televisión. Boutros-Ghali abandonó su cargo a finales de enero y se marchó del país poco después de que comenzasen las revueltas que expulsaron a Mubarak. El mes pasado fue encarcelado y sentenciado a 30 años de prisión por enriquecimiento, abuso de poder y apropiación de bienes privados.
En el mismo proceso, el ex ministro de Comercio Rachid Mohamed Rachid fue condenado en rebeldía a cinco años de prisión por derrochar fondos públicos. En junio, Rachid ya fue condenado a cinco años de prisión por enriquecimiento a través de fondos públicos y derroche de dinero público.
Los manifestantes que consiguieron expulsar a Mubarak del poder protestaban por los altos niveles de corrupción del régimen y los juicios contra sus colaboradores de Mubarak se valoran como una prueba de la credibilidad del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que tomó el poder tras la caída del presidente.