Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE han aprobado congelar este lunes los activos financieros de tres empresas vinculadas al régimen bielorruso y de varios dirigentes "adicionales" del régimen, que también tendrán prohibido entrar en la UE, en respuesta al aumento de la represión contra la oposición y han acordado imponer a Minsk un embargo de armas y materia de doble uso "que puedan ser empleadas para la represión interna", según recogen las conclusiones adoptadas por los ministros sobre Bielorrusia.
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha justificado en rueda de prensa la ampliación de las sanciones al régimen --que han sido ampliadas sucesivamente y afectan ya a más de 150 dirigentes, incluido al propio presidente, Alexander Lukashenko-- por el "serio deterioro" de la situación sobre el terreno y ha destacado que "por primera vez" se sanciona a empresas vinculadas al régimen.
Ashton ha criticado que más de 40 personas vinculadas a la oposición y activistas han sido juzgadas en los últimos meses "por motivos políticos" y en 30 casos, incluidos ex candidatos presidenciales, han sido condenados a penas de prisión y ha secundado la petición de los Veintisiete para que Minsk les libere "inmediatamente" y permita "la rehabilitación de todos los presos políticos".
Los Veintisiete han instado además a Bielorrusia a "respetar la inmunidad diplomática internacionalmente reconocida y los privilegios de las representaciones diplomáticas de la UE y de su personal en Minsk y a que cese el acoso e intimidación actuales".
Los ministros han reiterado su compromiso de "reforzar" las relaciones con la sociedad civil bielorrusa y han saludado la propuesta de la Comisión para invitar a Bielorrusia a negociar acuerdos de facilitación de visados y de readmisión de nacionales, así como "la posibilidad" de que los Estados miembros reduzcan las tarifas de visado "para ciertas categorías de viajeros".
Los Veintisiete también han "acordado que la extensión de las operaciones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en Bielorrusia sólo debe proceder cuando la UE sea capaz de dar una evaluación suficientemente positiva de la situación de los Derechos Humanos" y han saludado que la nueva estrategia para el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) "sugiere reorientar la asistencia del BERD lejos de las autoridades centrales de Bielorrusia a favor de actores no estatales y locales implicados en proyectos en áreas que beneficia a una gran población".