Zapatero trasladará la disposición de España de apoyar a Libia en su nueva fase

EUROPA PRESS 01/09/2011 18:16

PARÍS, 1 (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Ana Pisonero)

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trasladará durante su intervención en la cumbre de los 'Amigos de Libia' la disposición del Ejecutivo español de apoyar a las autoridades libias en la nueva fase de transición política y de reconstrucción que debe comenzar una vez se termine definitivamente el conflicto.

Según han avanzado fuentes del Gobierno, Rodríguez Zapatero trasladará su "apoyo" a la nueva fase que debe comenzar en Libia una vez que se desmorone por completo el régimen de Muamar Gadafi aunque cualquier apoyo futuro se dará "siempre" bajo el liderazgo de la ONU, que autorizó la intervención militar en el país africano.

Todavía no está del todo claro qué tipo de apoyo brindará el Ejecutivo español en la nueva etapa, algo que habrá que coordinar con el resto de la comunidad internacional para garantizar que "cada país no vaya por libre", han explicado fuentes de Moncloa.

Por lo pronto y tal y como avanzó ayer el propio presidente del Gobierno, España ya ha puesto a disposición del Consejo Nacional de Transición, al que reconoce como "el legítimo representante" de Libia, una partida de 16 millones de euros para contribuir a apoyar las necesidades humanitarias sobre el terreno y se dispone a enviar un cargamento de 18 toneladas de medicamentos. "Ya están saliendo", han explicado fuentes del Ejecutivo.

Las fuentes han aclarado que los 16 millones de euros constituyen un anticipo "a cuenta", que se restará de la cantidad final que el Gobierno devolverá al Consejo Nacional de Transición una vez que la ONU autorice descongelar los activos del régimen de Gadafi bajo jurisdicción española.

Una vez que el Comité de Sanciones de la ONU lo autorice también, España se dispondrá a descongelar activos como la finca que tiene Gadafi en Málaga, cuyo valor catastral asciende a unos 45 millones de euros y es propiedad del Estado libio, las cuentas que otro hijo del dictador tenía en España, por valor de algo menos de medio millón de euros, los pagos por los intereses que están bloqueados de la deuda española bajo control del régimen --que asciende a 800 millones de euros--, así como parte de los activos del Aresbank, propiedad del Estado libio y con un valor de negocio de 300 millones, incluido depósitos de particulares que no se devolverán.

El Ejecutivo confirma que los activos que deben empresas como Repsol también permanecen bloqueados por el momento y no ha podido avanzar una cifra estimativa de los fondos libios que han sido congelados en España, según fuentes de Moncloa. El Gobierno da por hecho que la petrolera española mantendrá su negocio en la próxima fase en Libia porque ya tiene "relaciones establecidas" en el país.

Se espera que la comunidad internacional llegue en la cumbre de París a "una posición común" a favor de acelerar la descongelación de fondos del anterior régimen congelados para que los rebeldes empiecen a disponer de fondos para atender las necesidades urgentes del país, sobre todo después de que países como Estados Unidos, Reino Unido, Italia o Francia ya hayan recibido autorización de la ONU para descongelar partidas importantes de dinero.

La Unión Europea por su parte también ha acordado levantar las sanciones contra 28 empresas y entidades libias, incluidas las seis autoridades portuarias sancionadas este mismo jueves. Se espera que la decisión sea publicada el viernes en el Diario Oficial de la UE para que entre inmediatamente en vigor, lo que contribuirá a agilizar la descongelación efectiva.

Los 49 países y ocho organizaciones internacionales y regionales como la ONU, la UE, la OTAN, la Unión Africana, la Liga Árabe, la Conferencia Islámica y el Consejo de Cooperación del Golfo que han sido invitados a la cumbre también esperan discutir con el Consejo Nacional de Transición los pormenores de cómo se impulsará "el proceso de transición" y "cómo se formará un Gobierno provisional" y el proceso para elaborar una nueva Constitución y elecciones generales dentro del calendario de 18 meses que barajan los rebeldes.

La cumbre de París también permitirá ampliar el número de países implicados en apoyar a Libia en la nueva fase una vez que termine el conflicto más allá de los países que hasta ahora forman parte del Grupo de Contacto Internacional, muy centrado en dar directrices durante la intervención militar en el país africano. Rusia y China han sido invitados por primera vez a una reunión internacional sobre Libia, al igual que otros países como Brasil y Japón o Corea del Sur.