Las miles de participantes en la marcha contra el Gobierno francés llevan en su cuerpo implantes que contienen un tipo de silicona que habitualmente se utiliza para la fabricación de componentes electrónicos para ordenadores.
En los últimos diez años, unas 30.000 mujeres, en Francia, Reino Unido y España se sometieron a intervenciones quirúrgicas para ponerse implantes que resultan dañinos para sus cuerpos, según publica 'Today online'.
La empresa culpable, la Poly Implant Prosthesis (Pip), era conocida a nivel mundial por sus implantes mamarios hasta que el pasado año explotó el escándalo.
Fue descubierto que para conseguir beneficios millonarios rellenó sus implantes con silicona industrial, proveniente de China. La envoltura de la silicona también era defectuoso y propenso a roturas.
La empresa francesa ha cerrado y más de 2.000 afectadas han denunciado ante los tribunales franceses. Las autoridades galas, por su parte, han abierto una investigación por homicidio preintencionado en el caso de una mujer fallecida por cáncer.
En la investigación han saltado otros cuatro casos de afectadas con cáncer que habían recibido implantes mamarios, dos de ellas fallecidas, aunque hasta el momento no se ha podido establecer un nexo causa-efecto.
Las mujeres que llevan implantes defectuosos este miércoles organizaron en París una protesta contra el Gobierno al que acusan de no controlar suficientemente a la Pip y pidiendo que este pague los costes de la remoción de sus prótesis.
Las autoridades sanitarias francesas han recomendados a todas las mujeres que recibieron implantes fabricados por la empresa acusada, se sometan a controles periódicos para evitar el riesgo de rotura o pérdidas.