Desde enero han fallecido con coronavirus más de 23 mil personas, casi tantas por cáncer de pulmón. Solo desde marzo supone un promedio de 60 muertes diarias, la mitad de olas anteriores y similares a las causadas por la gripe. A estas tasas de mortalidad hay que añadir las muertes relacionadas con el calor este verano que se han triplicado con más de 4000 personas fallecidas, con julio a la cabeza.
Los últimos datos del Ministerio de Sanidad indican que la mortalidad en colectivos con mayor vulnerabilidad ante la covid-19, como el caso de los ciudadanos de 60 años o más, ha descendido en el último año y se sitúa ahora entre el 3,6 y 3,7 %, aunque con marcadas diferencias por comunidades, y aún supone una tasa tres veces mayor respecto a la población general.
En cuanto a los decesos del mes de agosto de este año, hubo 2.091 vinculados a la covid-19 (67 diarios), mientras que en todo el mes julio de este año fueron 2.602, cerca de 84 cada día.
De esta forma, el descenso de la séptima ola, que fue más acusado en agosto, ha dejado 511 fallecidos menos notificados por las comunidades a Sanidad que en julio.
Los territorios comunican los datos sobre decesos vinculados a la covid-19 al Ministerio de Sanidad con retraso, por lo que la cifra del último mes podría aumentar, aunque al tratarse de un descenso de ola las muertes reportadas tienden a disminuir respecto a meses de mayor impacto epidemiológico del virus.
Actualmente, el impacto de la covid-19 se centra a nivel territorial en los ciudadanos de 60 años o más, por lo que la estrategia de vigilancia prima en las hospitalizaciones y en la tasa de mortalidad en este colectivo, que aún sigue siendo tres veces mayor que el de la población general.
Castilla-La Mancha (5 %), Aragón (4,8 %), Madrid (4,5 %) y Ceuta (4,4 %) son los territorios que superan con creces la media nacional en tasa de decesos de personas mayores de 59 años, que oscila entre el 3,6 y el 3,7 %.