Un paciente con un sistema inmunitario seriamente debilitado sufrió covid durante casi un año y medio en Reino Unido, según informaron los científicos británicos. Los medicos a cargo de la investigación del grupo de enfermos aclaran que no es lo mismo el covid persistente, que son personas que sufren secuelas, que esto que llaman infección por covid prolongado.
No hay forma de saber con certeza si esta es la infección de COVID-19 que más ha durado, porque no todas las personas contagiadas se hacen la prueba, especialmente de forma regular como este caso para conocer si han negativizado el virus, según ha publicado CTVNews. En este caso se siguieron enfermos con infección por covid super prolongada durante una investigación
Sin embargo, 505 días siendo positivo en covid, "ciertamente parece ser la infección reportada más prolongada", aseguró el doctor Luke Blagdon Snell, experto en enfermedades infecciosas de la fundación Trust del hospital Guy's & St. Thomas'.
El hombre con la infección por covid más prolongada dio positivo a principios de 2020, fue tratada con el medicamento antiviral remdesiver y murió en algún momento de 2021. Los investigadores rechazaron explicar la causa de la muerte y solo explicaron que sufría otras enfermedades.
El médico Luke Blagdon Snell encabeza un estudio que investiga las mutaciones que surgen, y su evolución en pacientes con infecciones por covid súper prolongadas. En este se monitorizaron a nueve personas que dieron positivo por el virus durante al menos ocho semanas. Todos tenían sistemas inmunológicos debilitados por trasplantes de órganos, VIH, cáncer o tratamiento para otras enfermedades. Ninguno fue identificado por razones de privacidad.
Cinco pacientes sobrevivieron. Dos eliminaron la infección sin tratamiento, dos la eliminaron después del tratamiento y uno todavía tiene COVID-19. En el último seguimiento a principios de este año, la infección de ese paciente había durado 412 días.
"En un COVID prolongado, generalmente se asume que el virus ha sido eliminad, pero los síntomas persisten", explicó Snell. "Con una infección persistente, representa una replicación activa y continua del virus".
Todas las veces que los investigadores evaluaron a los pacientes, analizaron el código genético del virus para asegurarse de que fuera la misma cepa y que las personas no contrajeran COVID-19 más de una vez. La secuenciación genética mostró que el virus cambió con el tiempo, mutando a medida que se adaptaba.