Las claves de Islandia para controlar al coronavirus: test generalizados para detectar a los contagiados asintomáticos

  • El Gobierno se "tomó en serio la pandemia y no se encogió de hombros"

Islandia es uno de los cinco países que más éxito están teniendo en la lucha contra el coronavirus. Sus autoridades presumen de haberse anticipado a la crisis sanitaria que sufren países como China, Italia, España o Estados Unidos y confiesan que el principal secreto es que vieron venir los problemas y supieron prepararse para ello.

Los datos de incidencia del COVID-19 en Islandia están bastante contenidos. A fecha de hoy se han registrado 1.135 contagios, 2 fallecidos y 198 recuperados. Entre las afectadas está su primera ministra, Katrin Jakobsdottir, que ha decidido someterse a una cuarentena voluntaria después de que se detectara un caso de coronavirus en el colegio de uno de sus hijos.

Gracias a todo esto, los islandeses han logrado eludir las duras medidas restrictivas relacionados con el confinamiento o el parón de la economía. A pesar de ello, han cerrado los centros educativos y prohibidos las reuniones de más de 100 personas.

Según CNN, el Gobierno de Jakobsdottir "no ha necesitado medidas más restrictivas porque estaba mejor preparado y armado con datos para rastrear el virus". ¿Cómo logró anticiparse?

Hay dos explicaciones. La primera tiene que ver con algo que se le ha criticado mucho a los gobiernos español, italiano, norteamericano o británico y es que no supieron anticiparse a pesar de que conocían lo que estaba pasando en China.

CNN cita a fuentes gubernamentales que aseguran que "la única razón por la que lo estamos haciendo mejor es porque estábamos aún más vigilantes", aseguran. "Nos tomamos en serio la noticia de una epidemia que comenzó en China y no nos encogimos de hombros", concluye.

Esta anticipación está en la segunda explicación que justifica su éxito en la lucha contra la pandemia. El Gobierno islandés encargó a la compañía biofarmacéutica deCODE Genetics, una subsidiaria de la compañía estadounidense de biotecnología Amgen, la realización de miles de pruebas para detectar los casos de COVID-19 entre los ciudadanos.

Se trata de pruebas aleatorias aunque voluntarias que han permitido conocer que "aunque menos del 1 % de las pruebas dieron positivo para el virus, alrededor del 50 % de estos eran asintomáticos, lo que confirma múltiples estudios que muestran que son asintomáticos o levemente sintomáticos, las personas han jugado un papel importante en la propagación del virus".

Tal volumen de análisis ha permitido a los responsables de esta multinacional biofarmacéutica disponer de los datos médicos y genotipos de casi la mitad de la población de Islandia. Ello les coloca en usa situación inmejorable para analizar el comportamiento del virus y cómo se contagia.

También les ayuda a saber cómo es posible que a unos el SARS-CoV-2 solo les ocasione síntomas parecidos a una gripe y a otros les lleve a un ingreso en unidades especiales con asistencia de respiradores. También permite seguir el rastro de las mutaciones y determinar si los contagios han llegado de Italia, China, españa o Estados Unidos.