Vio a un hombre perder a su mujer a su hija en tres horas: "Llegan familias enteras contagiadas, es crítico "

  • El médico de urgencias que vivió el drama de un padre en Elche cuenta su día a día

  • No olvidará nunca los abrazos en los últimos instantes de algunas vidas que ha tenido que dar

  • "He visto compañeros rotos de dolor en medio de un turno, secarse las lágrimas y seguir adelante"

Julio Armas vive día a día las angustias de los pacientes del covid en las Urgencias del hospital comarcal de Vinalopó (Elche). Su nombre ha salido a la luz por contar en redes una historia. Una realidad que pone rostro a los miles de muertos que parece que ya solo sean una estadística inadvertida, en la que se habla de récords, de subidas, de bajadas. Sin ver ataúdes, hemos perdido la perspectiva de la realidad del coronavirus. Nos lo ha puesto encima de la mesa Julio Armas al contar la historia de ese hombre que ha visto cómo un hombre perdía en solo tres horas a su mujer y a su hija de 19 años.

No es de extrañar que ante esta realidad, los sanitarios estén tocados emocionalmente y muchos de ellos vayan a tener complicaciones psicológicas en el futuro. Lo excepcionalmente duro de una historia triste en esta epidemia sirve para humanizar los números tan fríos que se dan día a día. Detrás de esos números hay personas, familias y muchísimo dolor. Cuidémonos todos, pero hagámoslo bien, por ellos, por nosotros y por los que vendrán", señala Armas.

"Estamos viviendo una situación excepcionalmente crítica, peores que los meses anteriores, con familias enteras contagiadas, y muchos jóvenes", dice Armas. "Estas situaciones dejan un gran estrés físico y emocional, estamos asistiendo a un momento crítico y necesitamos medidas de impacto, toca no hablara solo de la saturación en las UCI, hay que ponerle humanidad a la pandemia, hablamos de familias destrozadas, hay que tener empatía y ponerse en el lugar de esas personas para detener esto".

Los recuerdos se le acumulan en la mente de Julio, como latigazos. Recuerda a esos hombre desorientado, que no sabía qué papeles rellenar, que lo había perdido todo en horas. Recuerda a una ancianita ingresada con covid que no tenía familia a quién llamar. Sola, entubada y muy malita, como muchas otras, como muchos ancianos que han muerto solos. Recuerda que le pidió un abrazo y que él con su Epi, mascarillas y guantes y todo se lo dio.

O el caso de ese hombre que le dijo. "Doctor, estoy a punto de perderlo todo". "No Manuel, vamos a intentar hacer todo lo posible por ayudarle", recuerda que le contestaron. "Mire doctor, creo que me voy a morir y perderé lo único que tengo: a mi mismo", recuerda el doctor. El hombre se salvó.

En las redes intenta narrar un poco de lo que sienten los sanitarios. "Saliente de guardia en los tiempos que corren. A solo 9 días de la segunda dosis de la vacuna y con la incertidumbre de no contagiarme, a pesar de lo difícil que es cada turno. La cuesta es jodida, pero aún hay ganas. A la cama que voy...", cuenta. "Todas las vidas cuentan, todas las vidas perdidas duelen. No podemos normalizar las vidas arrebatadas por una pandemia, ni el caos. Sentir, llorar, gritar y romperse en mil pedazos nos hace sentir aún seres humanos. Al final del día, recoges tus trozos, y sigues en pie...".

"He visto compañeros rotos de dolor en medio de un turno, secarse las lágrimas y seguir adelante. La entereza de mucha gente que se deja la piel por los demás es tan grande que no cabe en un tweet", y arremete contra los negacionistas"

Armas también llama a adoptar medidas ya. "Cuando los sanitarios tenemos que implorar medidas eficaces para detener esta pandemia porque estamos desbordados algo funciona mal. Agotados de tener que explicar que vamos mal e iremos peor. En el terreno de la incoherencia siempre ganan los incívicos. Actuad ya!!!