Llega la depresión postvacacional tras el fin de agosto: ¿Cómo afrontar esta tristeza?

En el domingo de agosto millones de españoles hacen las maletas y emprenden la vuelta a casa tras disfrutar de las vacaciones. Buena parte de ellos lo harán en su propio vehículo, otros muchos, por aquello también de ahorrar en combustible, lo están haciendo en tren o en avión.

A estos últimos, en especial los que hayan elegido la compañía Iberia Express, pueden verse afectados por la huelga de tripulantes de cabina que ha empezado hoy y se va a prolongar hasta el 6 de septiembre. La compañía ha cancelado 24 vuelos hasta el martes, ocho de ellos previstos para este domingo. 

Con el fin del verano llega la depresión postvacacional

Con la vuelta a la rutina, a las obligaciones, a los problemas y más este otoño-invierno con lo que se anuncia que viene, es casi obligado hablar de la conocida como depresión postvacacional, que afecta a más personas de lo que creemos.

Todavía queda verano por delante, pero la mayoría de los españoles dan por finalizadas las vacaciones. Termina agosto, vuelve la rutina y lo más duro es volver al trabajo y retomar los madrugones. Después de unas semanas relajadas, se empiezan a juntar las tareas.

¿Qué hacer ante la depresión postvacacional?

Por eso, uno de cada tres españoles sufrirá el síndrome postvacacional. "No es nada patológico, ni es nada psiquiátrico, es un conjunto de síntomas que podemos experimentar, sobre todo, ante el cambio: de pasar de estar de vacaciones, totalmente liberados, experimentando placer y disfrute a estar ante mucha rutina, mucha exigencia y mucha responsabilidades", señala la psicóloga Rosalía Campos a Informativos Telecinco.

Los síntomas más frecuentes son "fatiga, ansiedad, estrés cansancio… ", por eso los expertos recomiendan normalizarlo ya que al final es una reacción ante un cambio. También aconsejan incorporarse poco a poco, organizar los espacios y tomar descansos durante el día: "Lo ideal sería que el cambio entre estar de vacaciones y estar trabajando sea lo más gradual posible. Si podemos volver tres o cuatro días antes de iniciar la rutina de trabajo, eso sería lo ideal para ir adquiriendo rutinas en casa… Ir poquito a poco volviendo a la vida cotidiana".

Además, es importante "identificar qué me han aportado las vacaciones que tanto dista de mi día a día luego rutinario e intentar llevarlo en lo medida de lo posible a mis fines de semana… Ver más a mis amistades, pasar más tiempo en pareja, despertarme sin reloj, descansar de otra manera… Para que el cambio no sea tan abismal entre una cosa y otra".

Si los síntomas duran mas de 10-15 días hay que valorar la visita a un especialista.