Fin de las vacaciones de verano, pese a que algunos estiren el chicle: "Desgraciadamente se acabaron"

  • Se acabaron las vacaciones para millones de españoles que disfrutan de su último fin de semana de playa: llega septiembre y la rutina

  • Algunos pueden estirar el chicle, pero la inmensa mayoría se despide hoy de ciudades como Alicante, en la Comunidad Valenciana

  • Se esperan 4,9 millones de desplazamientos hasta el domingo por carretera: en tren, Renfe refuerza servicio con medio millón de plazas extra

Se acabaron las vacaciones de verano para millones de españoles que disfrutan de su último fin de semana de playa. Para muchos, la semana que viene toca volver al trabajo. Algunos pueden estirar el chicle, pero la inmensa mayoría se despide hoy de ciudades como Alicante, en la Comunidad Valenciana. "Es el último baño", comenta una joven.

Tiempo de descuento hasta septiembre: toca volver a casa

También se puede seguir el tiempo de descuento desde Galicia. Trasiego de maletas por Sanxenxo: "Me quedaría aquí. Le estaba diciendo a los niños: '¿No podemos quedarnos unas semanita más?' Pues no", comenta una mujer, lamentando la llegada de septiembre.

Los viajeros que regresan, "con muchas ganas de pensar en las vacaciones de nuevo"

Y más maletas buscando el blabacar de vuelta a casa en Cádiz. En el Puerto de Santa María, las vacaciones se escurren entre los dedos. "Desgraciadamente se acabaron", comenta un hombre. Así que comienzan las aglomeraciones en las salidas de las principales ciudades costeras. También en la frontera con Francia: "Está a tope". "Llega la cola hasta mi casa", comenta otro viajero.

Vuelven las despedidas en las estaciones tras las vacaciones

Solo por carretera se esperan 4,9 millones de desplazamientos de aquí al domingo. Y por tren, Renfe refuerza su servicio con medio millón de plazas extra. "Un poquito tristes porque volvemos a la rutina", comenta una mujer. Vuelven las despedidas en las estaciones. "Con muchas ganas de pensar en las vacaciones de nuevo", agrega otra turista. Va a ser el único consuelo mientras arrastramos el peso de la vuelta a la rutina.