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La magnitud de la tragedia vivida en Seúl en la que han perdido la vida más de 150 personas durante una fiesta de Halloween, solo es equiparable en Corea del Sur al hundimiento del ferry MV Sewol donde fallecieron 250 estudiantes de secundaria.
Un naufragio, ocurrido el 16 de abril de 2014, que provocó la dimisión del primer ministro surcoreano, Jung Hong-won.
En el Sewol viajaban 476 personas de las que solo sobrevivieron 172, muriendo más de 300. Entre las víctimas mortales se encontraban 250 alumnos del Ansan Danwon High School que viajaban, junto a otros compañeros y profesores, a la isla vacacional Jeju, situada al sur del país, para pasar allí cuatro días.
La embarcación, según desveló la investigación, transportaba el doble del límite legal de su carga.
Los últimos momentos del naufragio quedaron registrados en los videos grabados por las propias víctimas. En ellos se podía oír cómo la tripulación ordenaba a los pasajeros que se quedaran en sus camarotes como medida de seguridad.
La cultura de obediencia del país hizo que, a pesar de que el ferry estaba escorado y que el agua inundaba los camarotes, nadie saliera de ellos.
La tripulación, incluido el capitán que dio la orden de permanecer en el barco, saltó al mar para salvar su vida mientras los menores golpeaban los cristales de sus camarotes para llamar la atención de los servicios de rescate.
Una tragedia que conmocionó a Corea y que ahora vuelve a la mente del pueblo surcoreano con la trágica estampida ocurrida en Seúl.
A principios de año Netflix estrenaba 'Estamos muertos' serie que se convirtió, poco después de su lanzamiento, en la tercera serie de habla no inglesa más vista de la historia de la plataforma.
Una serie inspirada en el trágico suceso ocurrido frente a las costas surcoreanas y en la que se recogen momentos similares a los vividos por los alumnos del Ansan Danwon High School. Los videos grabados para sus familiares antes de morir, la esperanza de ser rescatados, el abandono sufrido por los adultos que estaban al mando de la situación o la presencia de cintas amarillas similares a las utilizadas para recordar a las víctimas, hacen referencia a lo ocurrido en el ferry Sewol.