El tío abuelo de Álex, ante el juicio al 'asesino de Lardero': "La familia lo que quiere es que muera en la cárcel"

El jurado para enjuiciar a Francisco Javier Almeida ya está conformado. Conocido como ‘el asesino de Lardero’, se le acusa de acabar con la vida de Álex, un niño de 9 años, el 28 de octubre de 2021 tras agredirle sexualmente. El fiscal pide prisión permanente revisable por un delito de asesinato y 15 años de cárcel por el de agresión sexual, penas que la familia reclama para que “no vuelva a pisar más la calle”.

Aquel trágico día, de hecho, Almeida estaba en libertad condicional, cumpliendo condena por otro asesinato y otra agresión sexual. Concretamente, 30 años de prisión por acabar con la vida de la trabajadora de una inmobiliaria en Logroño en 1998. Y no era el único crimen, porque antes cometió otra agresión sexual a una joven por la que fue condenado a siete años de cárcel.

Hoy, la familia de Álex, el pequeño asesinado, vive con nervios la aproximación del juicio, que arrancará este 20 de marzo y está previsto que dure dos semanas.

“Estamos nerviosos, inquietos, pero sí que es cierto que estamos con ganas de que llegue el día 20, que se celebra el juicio. Queremos que se le condene a prisión permanente revisable y a 15 años por la agresión sexual y que este tipo de sujeto no vuelva a pisar más la calle”, cuenta a Informativos Telecinco el tío abuelo de Álex y portavoz de la familia, Gonzalo Martín.

Pese a la dureza del proceso, explica que quieren que se realice ya el juicio para hallar justicia: “Lo estamos reviviendo durante 17 meses, todos los días. Es cierto que a partir del día 20 lo vamos a tener que revivir de otra manera. Pero queremos revivirlo, aunque no nos gusta y no es agradable, pero por lo menos sabemos que se va a hacer justicia por el crimen de Álex”, recalca Gonzalo Martín.

“Yo quiero mirarle a los ojos, pienso muchas cosas y le diría muchas cosas”, afirma, reflexionando sobre el momento en que vea a Francisco Javier Almeida en el juicio.

“Las palabras que yo le diría a este sujeto son muchas. Con una le podría definir, pero lo que pasa es que, por prudencia, me voy a callar. Pero sí le quiero ver la cara. Le quiero ver la cara”, subraya, afirmando, no obstante, que “la familia va a ser prudente”.

Esperando al veredicto y a que se haga justicia, el tío abuelo de Álex confía en que, a partir de ese instante, la familia pueda “empezar una nueva vida”.

“No vamos a olvidar a Álex, pero ya estamos aprendiendo a vivir sin él. En el momento en el que le condenen tiene que cambiarnos la vida, ante todo a los padres. Tienen que volver a ser felices con el recuerdo de Alex; tienen que tirar para adelante, tienen otro hijo que tiene que ser feliz. El hermano está de psicólogos con siete años. Y tiene que tener una vida feliz. Eso es lo que queremos. Y poner punto y final o seguido”, explica, ahondando en el dolor en el que se halla la familia.

“No lo queremos olvidar en ningún momento de las 24 horas del día porque en el momento en el que no lo nombremos o nos olvidemos de él entonces sí que va a estar muerto. Y queremos que siga vivo entre nosotros. Eso es lo que queremos y seguramente era o es lo que quiere el, dónde esté. Querrá que sigamos nombrándole y recordándole todos los días”, reflexiona ante las cámaras de Informativos Telecinco.

Preguntado sobre la situación de la familia, Gonzalo Martín explica el dolor que sufren y la necesidad de que “un monstruo” como el llamado ‘asesino de Lardero’ no pueda permanecer en libertad.

“Están mal. Porque lo que iba a ser una tarde idílica, una fiesta de Halloween, en cuestión de un minuto se convirtió en una tragedia. Una familia, con su trabajo los dos, con unos hijos maravillosos… Que vayas una tarde a estar con tus amigos, familias de más niños y que solamente lleguen a casa tres personas cuando salen cuatro, pues te puedes imaginar cómo pueden estar los padres. Por un asesinato presuntamente, –voy a poner el presuntamente, que creo que se podría haber evitado–, si este sujeto, siendo reincidente como hasta la fecha ha sido, no puede estar en libertad. No tenía que haber estado en libertad”, iniste, y ahonda: “Sé que estaba en libertad provisional, pero tendría que haber estado vigilado las 24 horas del día y seguramente ahora no estaríamos hablando del asesinato tan atroz que hizo a una personita vulnerable de solamente nueve años. Entonces, la familia lo que quiere es que este señor muera en la cárcel, que no vuelva a salir más, porque es que como salga va a volver a matar porque lo lleva dentro en la sangre, es un monstruo, no puede estar en la sociedad que vivimos con nosotros”.

“No se entiende. Gente reincidente de este tipo no puede estar en la calle. Es lo mismo que lo de la ‘Ley del solo si es si’: se le rebaja dos años a este sujeto la pena por la muerte de Carmen López… Lo que no puede hacer este sujeto es dejar un reguero de familias rotas, destrozadas. Se le rebaja una pena de dos años, en una parte no nos influye mucho porque está en la cárcel provisional hasta que comience el juicio, pero ¿cómo se puede encontrar la familia de Carmen López rebajándole dos años? Todo lo que sea bien para él, mal para las víctimas, y eso no puede ser. No quiero generalizar, hay que estudiar cada caso, pero este tipo de depredadores, agresores sexuales, reincidentes asesinos presuntamente no pueden estar en libertad”, sentencia.

De acuerdo al escrito de calificación, al que ha tenido acceso Europa Press, aquel 28 de octubre del 2021, mientras los vecinos del barrio donde habitaba el acusado celebraban la fiesta de Halloween y los niños jugaban en la plaza disfrazados, el conocido hoy como 'asesino de Lardero' se dirigió sobre las 20:30 horas hacia uno de ellos, Álex, de nueve años, que se encontraba disfrazado con una peluca de color caoba y una túnica blanca y el rostro pintado.

En ese momento, de acuerdo a lo recogido por el citado escrito, le pidió ayuda para "cuidar de un perrito que le aseguró tenía en su casa, le convenció para que le acompañase a su domicilio". De ese modo, el acusado entro con el niño en su vivienda y, tras dirigirle a su dormitorio, abusó de él y, posteriormente lo asesinó por asfixia.

Ya sin vida, expone el escrito de calificación, Almeida cogió al niño en brazos junto con sus zapatos y la peluca y salió a las escaleras "con el ánimo de bajarlo hasta el garaje y deshacerse del cuerpo con su automóvil, algo que no pudo llevar a cabo al ser sorprendido por vecinos y policías que se encontraban buscando al menor".

Por estos hechos, de los que el Fiscal hace responsable en concepto de autor a Almeida, pide prisión permanente revisable por un delito de asesinato -así como la prohibición de residir en La Rioja por tiempo de 10 años superior al tiempo de la condena y sometimiento de la libertad vigilada durante diez años una vez extinguidas las penas privativas de libertad-.

A ello une esos otros 15 años de cárcel por un delito de agresión sexual -sometimiento a la medida de libertad vigilada durante diez años superior al tiempo de la condena con prohibición de residir en La Rioja-.

Más allá, le exige 500.000 euros de indemnización para los padres del menor asesinado, así como otros 150.000 euros para el hermano de Álex.