José Luis Martínez Almeida versus grafiteros: ¿quién ganará?

¿Podrán las plantas detener el furor grafitero en Madrid? Es la duda. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, parece creer que sí y ya ha comenzado su plan par cubrir de jardines colgantes los muros de la carretera de circunvalación más pintarrajeada de Madrid, la M-30, bautizada como Calle 30 Natura. Y han comenzado a colocarlos cerca de la Avenida de la Ilustración.

La instalación completa costará 30 millones de euros. Todo sea por adecentar la vía cada día más cubierta de pintadas. Pero ahí solo empieza el problema porque los grafitis cubren muchos barrios de la capital. Los más afectados, los céntricos, como Malasaña. Ahí muchos comerciantes y vecinos han tirado la toalla. Nos lo enseña recorriendo sus calles Ricardo Sáez, presidente de la Asociación de comerciantes Vive Malasaña. Una vez al año prestan sus espacios para hacer grafitis artísticos con valor, pero eso a muchos grafiteros no les gusta. Lo que quieren es estampar su firma ilegalmente. Él no lo entiende. Además ha cazado a más de uno "ya talludito": "oye, chato, ¿no te deja pintar tu papá en casa?".

Y a la espalda de la Gran Vía, misma situación. No respetan ni siquiera edificios históricos como la Iglesia del Real Oratorio del Caballero de Gracia del siglo XVII. María Algar, trabajadora de esta iglesia, asegura que amanecen cubiertos de grafitis varios días a la semana. Incluso tienen un kit antigrafiti con el que tratan de borrarlos. El año pasado trataron de rehabilitar profesionalmente la fachada y al día siguiente ya estaba pintada.

Muchas de estas limpiezas las asume el ayuntamiento de Madrid pero tienen muchos avisos. Y si no limpian los grafitis hacen efecto llamada y vienen más a pintar. Nos lo explica Miguel Ángel Valiente, de la empresa de limpieza de grafitis en Madrid. Hoy los han llamado de una comunidad de vecinos de Moratalaz. -¿Cuanto vale borrar este grafiti? Unos 300 euros. No es muy grande. Estremece ajustar cuentas de lo que cuesta al erario público este capítulo completamente evitable. No hay cálculos generales, pero sólo algunos presupuestos ya son impresionantes. Renfe asegura que en 2022 gastaron 25 millones de euros en todo lo relacionado con la limpieza y la protección frente a grafiteros. El Ayuntamiento de Madrid, 2 millones de euros y el de Barcelona, 4,6 millones…. 

En la capital van a crear incluso, si Almeida sale reelegido alcalde, un departamento policial específico antigrafitis. Es una de sus promesas electorales…Si sirve para acabar con la impunidad, nos dicen los vecinos…

En Valladolid ya existe una brigada así. La dirige Ángel, un detective calígrafo que estudia cada pintada para atribuir a cada detenido sus firmas por toda la ciudad. Así, a golpe de sanción, han conseguido reducir las pintadas de Valladolid..