Los linces ibéricos han protagonizado varias noticias este verano. La última es trágica: Tejo, uno de los ocho linces reintroducidos en Murcia entre marzo y abril de este año, fue localizado el 31 de agosto muerto en la zona de Lorca, con un disparo en la cabeza. Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil han identificado y tomado declaración a un sospechoso. Previamente, de los ocho animales reintroducidos en esa región, otros dos habían muerto y uno más se encuentra en paradero desconocido. Hay quien habla de la maldición del lince en Murcia.
En agosto conocimos otro episodio felino, aunque de final feliz. Un lince apareció en lo alto de un árbol en un chalé de Úbeda, Jaén. La noticia causó sorpresa, sobre todo a los propietarios de la urbanización donde fue localizado el animal. Los servicios de la Concejalía de Medio Ambiente ya habían recibido algunos avisos previos del avistamiento del lince cerca del cementerio de la localidad.
Úbeda es conocida por ser un tesoro renacentista y porque es la patria chica de Joaquín Sabina. En agosto fue noticia porque había un lince encima de un árbol. Los responsables de la Junta de Andalucía lo consideraron como una buena señal, que demuestra el éxito del programa de conservación. Pero lo cierto es que capturaron al ejemplar y se lo llevaron al centro de cría del lince ibérico La Olivilla, en el Parque Natural de Despeñaperros. Se acordonó la zona para evitar que el animal se estresase, mientras un dispositivo de miembros del Equipo Lince, bomberos y policía local se encargaba de echarle el guante. En Lorca, en cambio, alguien decidió acabar con la presencia del linde de un escopetazo.
“El lince ni se inmuta. Se mueve por su zona como un auténtico rey, el rey lince”, describe el naturalista Luís Miguel Domínguez en la conversación mantenida con NIUS a mediados del verano. “Ese es el motivo por el que ha sido tan fácil abatirlo en el pasado. Te mira a los ojos y sigue su camino, como si nada”. La charla tuvo lugar semanas antes del suceso de Úbeda, después de otro avistamiento de un lince en Madrid. “Es que Madrid es tierra de linces, por más que lo intentase ocultar Esperanza Aguirre, siendo presidenta”, nos cuenta Domínguez, que recuerda la batalla de los conservacionistas cuando el gobierno de Madrid decidió desdoblar la llamada carretera de los pantanos, que conduce a San Martín de Valdeiglesias.
El lince visto en Madrid se estaba paseando tan campante por Boadilla del Monte, un pueblo cercano a la capital, rodeado de todo tipo de vías de comunicación, autovías y carreteras comarcales. Llegar hasta allí es un auténtico desafío, si no eres humano. ¿Cómo lo consiguió?
Esa misma semana fue también noticia la aparición de un ejemplar de chacal dorado en Álava. A principios de año, otro había sido atropellado en la misma provincia. “La diferencia entre el chacal y el lobo es su sistema social. El chacal es solitario y el lobo es social y familiar. Por eso el chacal puede atravesar casi cualquier frontera que se le interponga. Pero el lobo se mueve con su clan y eso muchas veces le cuesta la vida". La explicación de Luís Miguel Domínguez nos devuelve a la eterna tensión existente en nuestro país, sobre todo al norte del río Duero, entre ganaderos y naturalistas. Los ganaderos ven sus cabañas amenazadas por el fabuloso gran depredador europeo, el canis lupus signatus, mientras que los defensores del lobo ven en él una riqueza extraordinaria, un elemento imprescindible para mantener el imposible equilibrio de la fauna ibérica.
Reflexiones similares se plantean con los osos pardos, con poblaciones cada vez más asentadas en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos. Algún miedo han despertado este año tras la muerte de un senderista en los Alpes italianos. Lo mismo ocurre con las rapaces, especialmente las águilas y los milanos reales, tan cercanos a las carreteras que ocasionalmente mueren aplastados por los coches. Todos ellos, linces, lobos, osos, rapaces, forman parte de nuestro rico patrimonio natural. Las noticias repetidas de avistamientos no deben confundirnos, tal y como se relata en este nuevo capítulo de ‘A ver si me he enterado’, el videopodcast conducido en NIUS por Miguel Ángel Oliver. “Hay mucha basura alrededor de las ciudades y, a veces, poca comida en el campo”, nos cuenta Luís Miguel Domínguez, siempre con el tono entusiasta y triste de los devotos de una naturaleza asediada y en constante peligro.