El 16% de pacientes que necesitó acudir a su médico de familia tuvo que ir a urgencias o a la sanidad privada

El 16% de pacientes que en 2023 necesitó acudir a un centro de Atención Primaria por presentar un "verdadero problema de salud" tuvo que recurrir a las urgencias hospitalarias, a la sanidad privada o esperar a que el problema se resolviera espontáneamente. Andalucía y Madrid son las comunidades, donde la situación es peor, según el Informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp).

Andalucía (con un 21,75% de enfermos que no consiguieron atención en su centro de salud pese a la relevancia del caso) y la Comunidad de Madrid (19,97%), son las únicas autonomías por encima de la media nacional.

 El presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), Marciano Sánchez Bayle, ha presentado, este martes, el VI informe 'La Atención Primaria por comunidades autónomas' que revela que el estado el estado de la Atención Primaria es "muy deficiente" en todo el país.

Sánchez Bayle ha subrayado que Madrid es la comunidad que menos dinero en euro por habitante y año dedica a la Atención Primaria, con la tasa más elevada de tarjetas sanitarias por profesional médico y enfermería y donde un porcentaje de población muy alto consigue cita después de siete días.

En su opinión se debe a que Madrid ha apostado "por desmantelar la Atención Primaria y por favorecer la búsqueda de alternativas al sistema público", y ha recordado que el 40% de la población madrileña tiene seguro privado frente a la media del país, que es del 21%.

El informe reitera la queja por las demoras para una cita, algo que la ciudadanía percibe como "muy problemático", con un promedio de 9,12 días en 2023 para acceder a una consulta con el médico de familia.

De hecho, el 56,3% de los pacientes reconoce aguardar más de una semana para una consulta (dos puntos más que un año antes) mientras que el 86,7% admite esperas de más de dos días (1,1 puntos más que en 2022).

Para la FADSP, estos datos demuestran que las demoras han empeorado notablemente, aunque estas ya estaban presentes antes de la pandemia.

Por comunidades, Cataluña, con 12,14 días de demora, y Andalucía(10,44) son las comunidades que acumulan más espera, seguido de la Comunidad Valenciana (9,8) y Madrid (9,58).

Asturias repite como la comunidad con menos espera para una cita en el centro de salud (4,88 días), por delante de Navarra (5,62), País Vasco (5,73) y Castilla y León (5,77).

El informe también ahonda en la relación entre los centros de salud y las urgencias hospitalarias. Uno de cada cuatro pacientes (24,1%) considera que la coordinación de este nivel asistencial con los hospitales y las especialidades médicas es "mala o muy mala".

Esta mala comunicación es más palpable para los pacientes de Canarias (31,9%), Andalucía (29,3%) y Murcia (28,6%).

Además, el informe recoge que a un 22,3% de los pacientes la situación de la Atención Primaria le afecta "mucho o bastante" a su vida personal

Es el caso de los andaluces, donde uno de cada cuatro (25,4%) se identifica con este malestar seguido de los pacientes de Castilla y León, 23,4 %.

Pese a esta situación el estudio constata una ligera mejoría en la valoración de los pacientes. En una escala del uno al diez, los españoles puntúan la Atención Primaria con un 6,37, unas décimas más que hace doce meses, y en esa valoración enfermeros y médicos se posicionan con un notable alto, 7,96 en el primer caso y 7,89 en el segundo.

El informe también se interesa por el grado de satisfacción de las consultas telefónicas. Para un 36,6% de la población este tipo de consultas les resultan incómodas y un 21% confiesa sentirse "poco o nada" satisfecho.

Y es que el 56,6% de la población cree que por teléfono no pueden explicarse bien y un 66,8% no entiende igual las explicaciones del medico por teléfono que cara a cara.

Con esta radiografía, el presidente de la FADSP ha reclamado más financiación ya que todas las autonomías se quedan muy por debajo del 25% recomendado por la OMS.

Esto supondría, a juicio de Sánchez Bayle, dedicar a la Atención Primaria unos 10.000 millones de euros más "y esto se debería de hacer de forma escalonada" para que en 2025 haya 540 euros por habitante y año destinados a este primer nivel asistencial.

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