En la versión de los hechos que han trasladado a la Guardia Civil, los escoltas han explicado que fue una tercera persona la que disparó contra ellos cuando salían del garaje camino a su puesto de trabajo. Uno de ellos salió del coche y realizó tres disparos al aire tras los que el agresor huyó.
En la inspección del lugar de los hechos, la Guardia Civil ha encontrado indicios que concuerdan con esa versión: cuatro impactos de bala en el coche y casquillos de munición nueve milímetros parabellum pertenecientes a dos armas distintas.
La Guardia Civil ha recogido casquillos pertenecientes a dos pistolas y ha comprobado que solo uno de los dos escoltas involucrados en el incidente iba en ese momento armado, según han informado fuentes de la investigación.
Los dos ocupantes, que han resultado ilesos, se dirigían al País Vasco, donde ejercen su labor. Uno de los escoltas protege a un concejal del municipio vizcaíno de Sestao y el otro a un concejal de Trápaga.
Revilla ve "delincuencia común" y descarta a ETA
Según el alcalde de Castro, Fernando Muguruza, hubo un "intercambio de tiros" en el que los escoltas resultaron ilesos mientras que los asaltantes lograron huir. Muguruza se ha mostrado "preocupado" por lo ocurrido, aunque ha expresado su satisfacción porque "al final, todo ha quedado en un susto y no ha habido víctimas".
Para el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, lo ocurrido "tiene pinta de estar relacionado con la delincuencia común". El dirigente cántabro ha apuntado que "la pinta es que no ha sido ETA", ya que, a su juicio, la banda terrorista "por desgracia" actúa con "una eficacia más demoledora". También Revilla ha señalado que "lo importante" es que no se hayan producido muertos ni heridos "y que probablemente no haya sido ETA", lo que ha considerado "positivo", porque "un atentado tendría otra dimensión".
BQM/RSO
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