La mujer, que quitó la vida a su marido, de 65 años, al asestarle varios golpes en la cabeza con una mancuerna en el transcurso de una discusión en el domicilio conyugal, en el barrio coruñés del Agra del Orzán, en mayo de 2009, ha reconocido la agresión aunque lo ha justificado en los "continuos maltratos físicos y psicológicos" sufridos tanto por ella como por su hija, que abandonó el domicilio familiar tras cumplir la mayoría de edad.
"Empujones, tirones de pelo, me tapaba la boca o me agarraba del cuello", ha declarado haber sufrido la acusada, en su comparecencia el primer día de un juicio con jurado popular que se prolongará hasta el próximo viernes en la Audiencia Provincial de A Coruña.
No obstante, la mujer nunca presentó una denuncia previa "por pánico", ha afirmado ella misma, ni requirió asistencia médica tras estos supuestos incidentes, ha subrayado durante su alegato la Fiscalía, que solicita 14 años de prisión por un delito de homicidio con agravante de parentesco.
"Hay un comportamiento homicida pero no es culpable, hay causas que le eximen de esas responsabilidad", ha afirmado el abogado de la Defensa, José Ramón Sierra, que reclama la libre absolución de la acusada alegando "miedo insuperable" y "alteración psíquica" tras la situación de malos tratos vivida por la mujer y su hija durante 35 años.
"Sé porqué estoy de su parte", ha afirmado su hija, Susana Vilar, en declaraciones a los medios antes de que se iniciara un juicio por el que dijo sentirse muy "nerviosa" y "expectante".
"Perdió la cabeza, pero se defendió", ha añadido la hija, quien acompañó a su madre a la Policía para denunciar lo sucedido aquella noche, después de que ésta la hiciera a su marido más de 30 heridas que le provocaron la muerte por hemorragia con una mancuerna que él utilizaba para ejercitarse.
La muerte del hombre, marino mercante de profesión, se produjo tras varias discusiones previas que acabaron con ambos caídos a un lado de la cama y con la acusada golpeando al marido con una mancuerna, "lo primero que pillé a mano", ha declarado, temerosa de que éste le pegara un puñetazo.
"A partir de ahí ya no sé lo que pasó", ha añadido la acusada, quien se entregó voluntariamente a la Policía.
Estas discusiones eran una constante en la relación conyugal, según ha relatado la acusada, quien ha asegurado que en varias ocasiones su marido la amenazó con matar a su propia hija con la que no mantenía relación, o incluso a su madre.
La acusada ha explicado que a su marido "no se le podía llevar la contraria", ya que si se alteraba y comenzaba a insultarla y a golpearla.
Incluso, ha proseguido la acusada en su relato, le impedía salir habitualmente de casa, hablar en un tono de voz elevado, o traer gente a la vivienda.
"No quería que se gritara en casa y nos tapaba la boca", ha afirmado la acusada, quien ha reconocido que sigue queriendo a su marido aunque ahora vive mejor, pese a permanecer en la cárcel de Teixeiro desde entonces.
El abogado defensor ha insistido en el carácter "misógino" y "manipulador" del marido y ha aludido a presuntos percances con otros menores, entre ellos su propia hija.
"No quiero saberlo", ha respondido la acusada, la cual, según la defensa sufre el síndrome de la mujer maltratada, al ser preguntada por las posibles "molestias" que su marido le había causado a su hija.
En los próximos días esta prevista la declaración de la hija así como de otros familiares y testigos aportados tanto por la defensa como por la Fiscalía.