La operación "Gabela" se ha desarrollado en las provincias de Alicante, Málaga, Jaén y Murcia y ha permitido la incautación de 170 fardos de hachís, además de 70.000 euros, una pistola, un revólver, un velero y seis vehículos, entre otros efectos, informa la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.
A los detenidos se les acusa de delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, asociación ilícita y falsificación de documentos y blanqueo de capitales.
La operación ha sido posible gracias a la documentación intervenida por la Guardia Civil a otras organizaciones de narcotraficantes que apuntaba que ciudadanos búlgaros asentados en la Costa del Sol y españoles residentes en Alicante planeaban el traslado del hachís de Marruecos a Levante.
En los días previos a la detención, los agentes habían detectado cómo algunos de los arrestados, que residían en Marbella (Málaga), se desplazaban a Alicante para reunirse con otros integrantes del grupo en hoteles de lujo y centros comerciales.
Unas reuniones, en las que los delincuentes adoptaban numerosas medidas de seguridad, lo que hizo sospechar a los agentes que podrían estar ultimando el desembarco de hachís en algún lugar de la costa de Levante.
Finalmente, cuatro de las detenciones se produjeron el pasado 16 de julio, cuando los miembros de la red trasladaban los fardos de hachís a una nave industrial en dos furgonetas alquiladas que previamente habían descargado del velero.
Paralelamente, en Andújar (Jaén), fueron arrestados otros dos miembros de la red que se dirigían a Marbella (Málaga) tras haber huido de Santa Pola al comprobar que parte de su grupo había sido detenido.
También el Servicio Marítimo de la Guardia Civil detuvo cuando navegaba al patrón del velero que había trasladado el estupefaciente hasta la costa.
Las últimas detenciones se produjeron en los últimos días en Alicante y Murcia, entre ellos la de un vigilante de seguridad de la localidad de Santa Pola (Alicante).
La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Cambados (Pontevedra), ha sido desarrollada por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Pontevedra y otras Unidades del mismo Cuerpo de las provincias afectadas.