El arzobispo de Nueva Orleans manda quemar el altar en el que un cura realizó un trío con dos dominatrix: "Fue demoníaco"

  • El arzobispo asegura que el cura "nunca volverá a trabajar en el sacerdocio"

  • Asegura que “su profanación en la iglesia fue demoníaca"

  • El cura que mantuvo el trío fue detenido por realizar "actos obscenos"

El pasado 30 de septiembre, un cura de una iglesia de Pearl River, situada en el estado de Nueva York, en Estados Unidos, fue detenido por mantener relaciones sexuales con dos dominatrix en el mismo altar de la capilla. Según han informado diferentes medios estadounidenses, Travis Clark, cura de la iglesia católica romana de Saints Preter, fue descubierto en pleno acto sexual por un fiel que decidió entrar en la catedral al ver las luces encendidas en plena noche.

Al parecer, el sacerdote se encontraba desnudo junto a las dos mujeres en pleno altar mientras mantenían relaciones sexuales y usaban diferentes objetos como juguetes sexuales, botas de cuero y cámaras con las que grababan los actos sexuales. Nada más encontrarse con la escena, el fiel que descubrió el trío decidido llamar a la Policía.

Cuando los agentes acudieron a la iglesia, detuvieron al cura y a las dos mujeres por realizar “actos obscenos” que podían verse desde la calle. La noticia ha saltado a los medios americanos ahora tras la filtración de la Policía del estado de Nueva York. Al conocerse la detención del cura, el arzobispo de Nueva Orleans ha publicado un vídeo en sus redes sociales en el que condena con total firmeza los actos de su compañero.

En la publicación, Gregory Aymond, arzobispo de Nueva Orleans, ha asegurado estar “enfurecido” por las actuaciones del sacerdote. “Cuando nos enteramos de los detalles, hicimos quitar el altar y quemarlo. Consagraré el nuevo mañana”, aseguraba el fiel.

Su profanación en la iglesia fue demoníaca y estoy muy enfadado por sus acciones”, declara Gregory Aymond. Además, el arzobispo sentencia que el cura detenido “nunca volverá a trabajar en el sacerdocio”.

Por otro lado, el arzobispo también ha querido destacar que su malestar no es exclusivo ya que toda la comunidad y demás sacerdotes se encuentran avergonzados por esta detención: "Mucha gente siente ira, traición y decepción, y yo me siento igual, como mis hermanos sacerdotes".