Más horas de matemáticas y lengua, introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la simplificación del currículo reduciendo las asignaturas, son los ejes de la propuesta de distribución horaria planteada por la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria para la aplicación de la LOMCE en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato el próximo curso 2015-2016.
El consejero, Miguel Ángel Serna, ha presentado este martes en rueda de prensa la propuesta del Ejecutivo, que se llevará a la Mesa Sectorial para su aprobación pero que, ha asegurado, ya cuenta con el apoyo mayoritario de las asociaciones de profesores de Cantabria y del comité de directores de centros, con los que ha mantenido "múltiples reuniones" para su elaboración.
Serna ha estado acompañado por el director general de Ordenación e Innovación Educativa, José Luis Blanco, que ha explicado que la propuesta se centra en la "continuidad", ya que no se hacen "cambios brutales" en el currículo, y en la "simplicidad", porque se reduce el número de asignaturas.
Asimismo, ha apuntado que la propuesta de la Consejería potencia las asignaturas troncales, posiciona las TIC como enseñanza "clave" y apuesta por la "inclusión" tratando de prever las necesidades de los alumnos e introduciendo refuerzos para su orientación académica y profesional.
CAMBIOS
Aunque las horas semanales de clase continuarán siendo 30, se aumenta una hora la carga lectiva de matemáticas en 3º de la ESO, donde se impartirán cuatro horas de esta asignatura. El mismo incremento horario se produce con Lengua Castellana y Literatura en 1º de Bachillerato (pasa de 3 a 4 horas).
Mientras que en 4º de la ESO se eliminan las optativas y se establece como asignatura obligatoria las TIC, una asignatura que la Consejería considera "esencial" en la formación de los alumnos y más en curso tras el que, "desgraciadamente", muchos dejan de estudiar.
En 2º de Bachillerato se introducirá como asignatura obligatoria Historia de la Filosofía y se recuperará la tutoría que eliminó la reforma de la LOE. De esta forma, se quiere proporcionar a los alumnos que cursarán estudios superiores (FP o Universidad) una orientación de cara a las "decisiones importantes" que tendrán que tomar ese curso.
Con todo ello, en todos los cursos se reducirán las asignaturas, que pasarán de 12 a 11 en 3º de la ESO; de 11 a 10 en 4º de la ESO; de 10 a 9 en 1º de Bachillerato; y de 9 a 8 en 2º de Bachillerato.
En cualquier caso, en base a esta propuesta los centros tendrán "flexibilidad" y podrán realizar las modificaciones que estimen necesarias para combinarla con sus planes de mejora de la calidad educativa o con sus planes educativos específicos como, por el ejemplo, el plan de especialización en prácticas deportivas del instituto Las Llamas de Santander.
Con la introducción de estos cambios, en 3º de la ESO desaparecerá Educación para la Ciudadanía; en 4º de la ESO, las asignaturas optativas programadas por la Comunidad Autónoma; y en 2º de Bachillerato se elimina Religión, que si bien continuará siendo una asignatura específica no obligatoria en 1º.
MÁS PROFESORES
Estas modificaciones para adaptar los currículos a la LOMCE se implantarán el próximo curso 2015-2016 en el primer curso de cada ciclo, es decir, en 1º y 3º de la ESO y en 1º de Bachillerato. Debido al aumento de horas de matemáticas y lengua y la introducción de las TIC, Serna ha señalado que se requerirá un "ligero" aumento de profesores y ha apuntado que éste se hará de "forma paulatina".
El consejero ha dicho que la propuesta de la Consejería es un "marco general" que será "respetuoso" con la "autonomía y flexibilidad" que se quiere dar a los centros que, dentro de las pautas que fije el decreto, podrán acomodar este marco a sus especifidades.
Serna prevé que los nuevos currículos estén a disposición de los centros antes de que termine el mes de junio, antes incluso de lo que ocurrió el pasado año con los de Primaria.
Finalmente y frente a las Comunidades Autónomas que piden un "aplazamiento" en la implantación de la LOMCE en estos niveles, el consejero cántabro ha reiterado que se trata de una ley orgánica que hay que cumplir y ha dicho que no ve "ninguna dificultad" para ello.