Badiola afirma que la tendencia es evitar espectáculos que hacen sufrir al animal tras el cambio en el Toro de la Vega

EUROPA PRESS 19/05/2016 18:21

Para el veterinario, que ha subrayado que se trata de su opinión personal, la Junta de Castilla y León ha querido "curarse en salud" tras la "presión de los últimos años" en torno al festejo del Toro de la Vega en Tordesillas, una tradición que, según señala, "ha sido muy debatida, muy controvertida".

"Son tradiciones que vienen ya de muy lejos y las opiniones de la gente que defienden estos festejos se pueden entender, pero estas personas deberían entender que la sensibilidad en contra del sufrimiento animal ha crecido mucho en nuestro país y mucha gente no solo no entiende sino que no ve bien este tipo de festejos", ha explicado en una entrevista con Europa Press.

Según Badiola, ya "no basta con que quienes defienden estos festejos digan que si a alguien no le gusta, que no vaya" porque "cuando algo tiene una repercusión mediática tan grande la va a seguir teniendo y se va a recrudecer más y más". "Es algo que la Junta de Castilla y León no quería", ha opinado.

De hecho, se ha mostrado convencido de que ha sido a partir de la aparición en los medios del Toro de la Vega y de que se televisara cuando "la gente ha empezado a hacerse preguntas" porque "hace diez años casi nadie sabía qué era el Toro de la Vega". "No solo los más radicales --ha asegurado--. La tendencia en Europa y nuestro país es esa: en contra del maltrato a los animales y sobretodo que en eso se convierta en un espectáculo".

La razón, según ha explicado, es que festejos "tan cruentos" como el del Toro de la Vega "hieren la sensibilidad de muchas personas", aunque también ha recordado que en Europa existen legislaciones cada vez más estrictas en lo que se refiere al sufrimiento animal".

En todo caso, ha recordado que "también existen otra clase de festejos" como los encierros en los que "se sueltan vaquillas y la gente corre por las calles" y que "entrañan su peligro y ahí no hay sufrimiento del animal público y notorio", o los concursos de recortadores en los que "hay personas que se juegan el tipo y también son un espectáculo", que pueden ser alternativas.