“Ha sido un fenómeno extraordinario que ha llevado asociado prácticamente todo”. Así lo explican expertos como Jorge Tamayo, de la AEMET. En la Comunidad Valenciana, Gloria ha traído más rayos que nunca, con 3.035 rayos al día; la ola más alta, de 8,3 metros; la mayor acumulación de nieve, con 85 centímetros en Vilafranca, Castellón; y la mayor cantidad de agua registrada nunca en la región, con 528 litros por metro cuadrado en L’Orxa, Alicante.
Gloria es el cuarto fenómeno extremo en menos de un año. “Son efectos evidentes del calentamiento atmosférico”, subraya Jorge Olcina, catedrático experto en clima, quien apunta que “el Mediterráneo cada vez está más cálido”. “Habría subido su temperatura ya 1,3 grados desde 1980”, y ese calor es energía que alimenta el poder destructivo de un mar que avanza por un litoral sensible.
“Probablemente a final de siglo sea entre 50 centímetros y 1 metro más alto de lo normal”, explica Romualdo Romero, también experto en clima.
Así, nace un nuevo concepto: “Se les llama medicanes, que sería un poco el huracán del Mediterráneo”. “No tenemos nada que envidiar a los efectos que provoca un huracán en las zonas del Caribe”, incide Olcina.
Ante estas circunstancias, los expertos lo advierten: habrá que estar preparados.