Los caballos son capaces de leer nuestras emociones y, para ello, solo les hace falta comparar nuestro tono de voz con la expresión facial. En un estudio recogido por The Independent, los investigadores trataron de comprobar si estos animales eran capaces de relacionar el tono con la emoción a la que hacía referencia.
Los científicos mostraron grabaciones a los caballos en las que podían escuchar una alabanza o una reprimenda y verificaron que los animales eran capaces de relacionar ese sentimiento con imágenes de rostros humanos felices o enfadados.
Con esta técnica de investigación utilizada para evaluar el desarrollo mental de los bebés, los investigadores también descubrieron que los caballos reaccionaron más rápido cuando el tono de voz no concordaba con la emoción que representaba el rostro.
“Nuestro estudio podría contribuir a la comprensión de cómo los seres humanos y los animales envían y reciben señales emocionales para profundizar en nuestras relaciones”, explicó el profesor Ayaka Takimoto, quien aseguró que esto “podría ayudar a enfatizar el bienestar de los animales”.