El cadáver del joyero hallado muerto en el maletero de su coche está totalmente carbonizado

EFE 09/03/2009 08:56

El alcalde de Moral de Calatrava, José María Molina, ha explicado a Efe que dicha prueba se le ha de practicar en Toledo y después los restos mortales serán trasladados a su localidad natal, y será entonces, coincidiendo con el sepelio, cuando el Ayuntamiento declare tres días de luto oficial.

Molina ha comentado que el joyero, Eduardo Gómez Castro, de 40 años, casado y con dos hijas de doce y siete años, tenía una joyería en Moral de Calatrava, así como clientes a los que visitaba con muestras de sus productos.

Era una persona muy conocida y no se sabe de ningún enemigo, por lo que, al parecer, el robo ha sido la causa del crimen.

El sábado fue a visitar a varios clientes del pueblo toledano de Villafranca de los Caballeros y la tercera persona a quien iba a ver, Bernardina, fue quien avisó a su esposa de que estaba esperando a Eduardo y éste no llegaba, momento a partir del cual la familia puso una denuncia por desaparición y la Guardia Civil empezó la búsqueda.

El cadáver del joyero se encontró pasadas las nueve de la mañana del domingo en el maletero de su coche, un Mercedes, que estaba calcinado, entre el camino de las Peñas y el de los Moledores, a las afueras de Villafranca, ha dicho el alcalde, Antonio Galán.

La Guardia Civil recibió el aviso de que había aparecido un vehículo, y que había un cadáver en su interior, al que se tienen que practicar las pruebas correspondientes para su identificación, ha informado la Delegación del Gobierno.

El juzgado de Orgaz (Toledo) se ha hecho cargo del caso y ha decretado el secreto del sumario.

Un caso parecido ocurrió en junio de 2007, cuando un joyero talaverano, A.S.A., de 50 años, murió de dos puñaladas tras ser asaltado por dos individuos cuando volvía en su coche por un camino rural de visitar a una clienta que vivía a tres kilómetros del Casar de Escalona (Toledo).

La víctima, casado y con dos hijos, era propietario de la joyería Anros, y al igual que Eduardo tenía clientes en la comarca a los que visitaba para vender sus artículos.