En Córdoba, la procesión del domingo ha traído una procesión de caídas. En muchos vídeos grabados tanto por la policía como por los vecinos podemos observar a varios viandantes en el suelo, tras caer al resbalarse en la calzada.
La calle Cardenal González se convirtió en una pista de patinaje a 40 grados de temperatura. Más de 10 personas se cayeron, aunque ninguna resultó herida de gravedad.
Todo esto porque tras la procesión, no limpiaron la cera y con el calor que hacía, la cera se derritió e hizo que los adoquines se convirtieran en una superficie realmente resbaladiza. Debido a esto hay un gran miedo a que los caballos se lastimen.
El ayuntamiento hizo pasar a un equipo de limpieza, que en vez de limpiar la cera, se limitó a echar serrín, que no resolvió nada.
Debido a esto los vecinos se vieron obligados a cortar la calle como pudieron, con sombrillas y contenedores de basura, pero una vez llegó la policía y comprendieron la situación, ya la cortaron ellos oficialmente.