Cuida tu línea comiendo frutos secos

REBECA SAN CRISTÓBAL 08/12/2010 00:00

En resumidas cuentas, apunta el doctor Emili Ros, investigador responsable de la Unidad de Lípidos del Hospital Clínic de Barcelona de 1996, "a más frutos secos, menos peso". Aunque matiza, "no hay que confundir".

Como con cualquier otro alimento, "la clave está en combinarlo con el resto de lo que denominamos dieta mediterránea".

Durante más de cuatro años el doctor Ros y su equipo se han encargado de evaluar "a unos 7.500 españoles", la mayoría en la tercera edad y con un alto riesgo de padecer un infarto.

Estas personas fueron divididas en tres grupos en función de lo que consumían. Uno de ellos se basaba en el consumo frecuente de aceite de oliva virgen, el otro de frutos secos y el tercero, simplemente seguía un control.

"Se observó que en los dos primeros casos su peso no aumentaba, o bien perdían o se mantenían".

El efecto saciante de los frutos secos, gracias a su riqueza en nutrientes y fibra, induce a comer menos, por lo que se convierten en un saludable sustituto de otros alimentos más ricos en grasas saturadas.

Beneficios para el cáncer

Tomar frutos secos a diario contribuye, además, "a bajar el colesterol, la presión sanguínea, a reducir los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares e incluso ayuda a hacer la digestión".

En sus estudios han tenido en cuenta todo tipo de frutos secos pero, de entre ellos, destaca la nuez. "La disminución del colesterol se debe a los ácidos grasos de este fruto seco. Además, contiene Omega 3 de origen vegetal y Omega 6".

A la hora de consumir estos alimentos lo ideal es hacerlo a lo largo del día, "basta con un puñado". Eso sí, hay que comerlos crudos y con la piel para beneficiarse de todas sus propiedades.

El equipo del doctor Ros, no se detiene ahí. Ahora quieren averiguar hasta qué punto son beneficiosos para evitar enfermedades tales como el cáncer o el alzheimer.

"Creemos en sus beneficios porque actúan como antioxidantes". Hasta el momento, no se ha descrito ningún efecto secundario negativo derivado del consumo racional de los frutos secos, "más allá de la gente que sea alérgica a ellos", apostilla Ros. Además, resultan beneficiosos sin distinción de sexo o edad. RSO