Cuando el joven Martín se dispuso a alimentar a Fido, el fiel can que le acompaña desde que tiene cinco años, este no logró conseguirlo. Preguntó a sus padres por el animal, y estos no encontraron la forma de contarle la verdad: un vecino había envenenado al perro, tal y como informa el portal web La República.
Érica Ruarte, hermana de Martín, ha compartido en Facebook una publicación que dice lo siguiente: "Mi hermano le está buscando, pero no tenemos corazón para decirle el daño que le han hecho a su amigo. No lo va a entender". La familia está pensando en adoptar a un nuevo perro, para que así Martín crezca junto a un animal de compañía.
Resulta que la compañía del animal había hecho que el joven Martín mejorara. De hecho, desde que se conocen, el niño ha pasado de asistir a un colegio de educación especial a uno común.