Las mujeres Sant Cugat del Vallès (Barcelona) puede estar más tranquilas a partir de hoy. La Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d'Esquadra ha resuelto una retahíla de agresiones sexuales y abusos sexuales que se habían registrado, con un mismo modus operandi, en Sant Cugat. Después de recibir la denuncia de dos casos hace pocos meses, los agentes de esta unidad central de la policía catalana comprobaron patrones de ataques sexuales antiguos. Como si de un thriller se tratara, vieron casos que durante el año 2020 no se habían podido resolver y seguían un modus operandi parecido.
El agresor actuaba antes de empezar su jornada laboral, entre las seis y las ocho de la mañana, y cuando había poca presencia de gente en la calle. Lo hacía en zonas que ya conocía previamente, tomaba muchas medidas de seguridad para no ser identificado ni reconocido posteriormente por sus víctimas. Tan cuidadoso era que ninguna cámara de seguridad de la vía pública pudo captar ninguna imagen de él.
El depredador buscaba mujeres, las asaltaba y les hacía todo tipo de tocamientos. Ocultaba su cara para evitar que lo reconocieran e iba vestido con ropa de trabajo de obrero para dificultar también su identificación.
Los Mossos d'Esquadra sabían a quién buscaban, pero el hombre no salía de la guarida. Organizaron dispositivos casi diarios en la zona donde actuaba hasta que el pasado día 21 de junio pudo ser detenido. En torno a las siete de la mañana los agentes que vigilaban de paisano la zona lo vieron, lo identificaron y lo detuvieron. El detenido, de 40 años y de nacionalidad española, pasó el miércoles 23 de junio a disposición del juez. Los Mossos le atribuyen cinco delitos de abusos sexuales, tres de agresiones sexuales y también uno de exhibicionismo en la calle.