Un despliegue de color y alegría en el carnaval de Gualaceo, en el sur de Ecuador

EFE 22/02/2009 22:30

Las comparsas, en las que participaron unas 2.000 personas, recorrieron cerca de tres kilómetros en Gualaceo, cantón oriental de la provincia de Azuay, situado a unos 35 kilómetros de la capital provincial, Cuenca.

El desfile, presidido por la reina del carnaval, tuvo también entre sus protagonistas al llamado "taita (papá en quichua) carnaval" y a delegados de varias comunidades que representaron a personajes típicos de las zonas andina y costera del país.

En las calles de Gualaceo también se recordó, en reducida magnitud, al carnaval de Brasil, y se revivió a personajes míticos como el llamado "Ojojos", de capucha y cabello blanco, con una nariz de unos diez centímetros, alrededor del cual se han tejido leyendas de cabalgatas.

Con una población de más de 38.000 habitantes, Gualaceo está bañado por los ríos Santa Bárbara y San Francisco, por lo que se le denomina "Jardín Azuayo".

Tierra de leyenda, mitología e historia, hay quienes aseguran que Gualaceo significa "Lugar donde duerme el río" y es conocido como uno de los pueblos más antiguos del Azuay, además de haber sido de los primeros asientos españoles, por la extracción de oro en los bancos marginales del río Santa Bárbara.

Hoy en Gualaceo, dedicado principalmente a la agricultura, la artesanía y el turismo, se repartieron "guaguas (niños, en quichua) de pan" para invitar a los ciudadanos que las recibían a apadrinar las fiestas del próximo año.

En lo culinario, destacó también la entrega de pan con dulce de higo, tradicional de las fiestas de carnaval, que se celebran en Ecuador con diferentes manifestaciones, entre ellas el lanzamiento de agua a transeúntes o el juego con ese líquido entre familiares y amigos.

El tradicional desfile de Gualaceo contó en esta ocasión con la participación de bailarines peruanos con sus trajes típicos, mientras turistas jugaban con espuma de carnaval con los espectadores del tradicional desfile que llena, cada año, de color y calor las calles del "Lugar donde duerme el río".

En el resto de Ecuador se repitieron desfiles, pero también el tradicional juego con agua pese a la insistencia de las autoridades de suplantar esa costumbre por actividades menos agresivas.