La intervención se inició cuando una dotación se desplazó a la calle Médico Durán, donde, supuestamente, se estaba produciendo una agresión en el ámbito familiar.
Una vez en el lugar, los agentes observaron a una mujer en la ventana de un inmueble llorando y visiblemente nerviosa que les indicaba que la pareja que estaba al lado de los policías, en la acera, eran los que la habían agredido.
Entrevistados con la requirente, una mujer de 42 años, manifestó que la joven que estaba en la calle era su hija y que la había agredido en compañía de un amigo. La discusión se inició cuando la madre le echó en cara a su hija que quisiese bajar a la calle, con su amigo, sin hacerse cargo de su niño pequeño.
Según su relato, fue agarrada del pelo, tirada al suelo y golpeada con puñetazos y patadas por su hija y el acompañante, un hombre de 32 años. Los policías observaron que la mujer presentaba diversos arañazos en ambos brazos.
Por todo esto, procedieron a la detención de la joven y a su traslado a dependencias policiales junto con el hombre y pusieron los hechos en conocimiento del juzgado de guardia por si hubiese alguna otra conducta constitutiva de delito.